Que el precio del alquiler en Granada está disparado no es noticia, pero sí deja claro un problema de la capital y de gran parte del país: la escasez de pisos en oferta frente a una gran demanda. Una lectura que ahora toma forma de datos con el nuevo informe publicado por el portal inmobiliario Idealista, referente al primer trimestre del año, que refleja como cada vivienda que se ofrece en alquiler es visitada por 24 personas (a título individual o familiar) antes de ser retirado el anuncio. 

Esta media es además una de las más altas entre las capitales de Andalucía, prácticamente igual que Sevilla (25) y a no mucha distancia de las 28 personas que ven cada piso en Málaga, en primera posición. Más aún, la ciudad de la Alhambra ha crecido en este ranking más de un 70% respecto al primer trimestre de 2022, cuando cada posible inquilino tenía competir contra otros siete para llevarse el piso, cuando ahora lo hace contra 23.

A nivel autonómico, las tres capitales mencionadas son las únicas que pasan de la veintena en el número de visitantes. Detrás se encuentra Huelva, con 17; Almería y Cádiz, que empatan a 16; Jaén, con 11, y ya fuera también de la doble cifra está Córdoba, donde hay menos competición, pues cada anuncio es respondido por nueve personas, según el informe de Idealista. 

Volviendo al caso granadino, aunque aplicable al resto de capitales, esta situación hace que sea el casero quien tenga la sartén por el mango y, además de la ya mencionada subida de precios, tiene capacidad para, por ejemplo, solicitar varias nóminas a modo de fianza o, con criterios arbitrarios, elegir qué persona se convierte en su inquilino, todo ello apoyado por una larga cola de personas dispuestas a aceptar. 

En los últimos tiempos, el Gobierno ha puesto en marcha iniciativas con el objetivo de paliar esta situación. Por un lado, el Índice de Precios de Referencia, que como indica su nombre busca establecer una especie de tabla de referencia para fijar la cuantía para rentar un piso, unas cifras que, en el caso de Granada, dejan bien a las claras lo inflado que está el mercado, pero que, al mismo tiempo, será papel mojado hasta que Andalucía no se declare como zona tensionada, algo que de momento no se espera. 

También es papel mojado la ya no tan nueva Ley de Vivienda, que entre sus medidas estrella estaba la prohibición de cargar los honorarios de la inmobiliaria al arrendatario o la prohibición de elevar demasiado el alquiler, algo que de poco sirve ante la proliferación de los alquileres temporales, un fenómeno que, según estimaba también Idealista hace unos meses, había subido en la capital un 139% durante los tres primeros meses de vida de la norma. 

De hecho, Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, asegura, en una nota de prensa remitida por el portal inmobiliario, que estas cifras ponen de manifiesto "que la destrucción de oferta que provocan las políticas en materia de alquiler sigue empeorando las posibilidades de acceder a una vivienda, con especial incidencia en jóvenes y familias vulnerables". Para Iñareta, la realidad muestra que siguen siendo el mismo número de familias, o más,  las que buscan casa, pero "cada vez son menos las casas ofertadas, lo que además de aumentar las tensiones sobre los precios multiplica las dificultades para encontrar una vivienda y recrudece los castings a los que se tienen que enfrentar las personas que buscan vivienda".

Así las cosas,  el precio del metro cuadrado en Granada, según los datos recogidos por Pisos.com, basándose en su propio catálogo, se sitúa en 6,30 euros, cuando en marzo del pasado año era de 5,59. De esta forma, el precio anual ha experimentado una subida del 23,8% en términos interanuales, lo que sitúa a esta zona en tercera posición en cuanto al encarecimiento del alquiler en Andalucía, cerca de Málaga (14,7%) y Sevilla (17,4%).

Lo curioso es que, pese a lo dicho anteriormente, los granadinos no son los que, a día de hoy, más pagan por el alquiler, pues el precio del metro cuadrado en Huelva (7,19) es superior al de Granada, como también lo es el de Cádiz (9,30), mientras que los datos granadinos se acercan a los de Málaga (7,6). De esta forma, parece indicar que, mientras los mercados inmobiliarios de otras provincias empiezan a ralentizar su crecimiento, en 2023 el precio en Huelva era de 6,51, en Granada se está produciendo una tendencia al alza difícil de saber cuándo parará.

El sello de la UGR

Quizá los universitarios sean uno de los colectivos más afectados por este casting de inquilinos, pues de los prácticamente 46.500 estudiantes de grado de la UGR el 53% es de otras provincias y el 7%, de otros países, según los datos de la última memoria académica.

De ahí que la institución académica prevé poner en marcha su sello de calidad para pisos de estudiantes el próximo mes, a raíz de una propuesta electoral del rector, Pedro Mercado, que pretende servir de ayuda a aquellos estudiantes que vienen de fuera y necesitan alojamiento en Granada.

Se trata de "alojamientos que se vienen ofertando a día de hoy a través de la página web" de la Universidad, pero a los que se supervisará para que "tengan una serie de requisitos mínimos" como calefacción, climatización o zonas de estudio, enumeró el vicerrector. "Es decir, que cuenten con una serie de características de habitabilidad mínima y que lleven el sello de la Universidad de Granada", afirmó Benítez. Al consultar a través de la web estos alojamientos las familias y estudiantes podrán ver "claramente cuáles son los espacios a los cuales nosotros le estamos dando ese sello de calidad", aseguró el vicerrector.