La Romería de 2016 quedará sin duda como una de las más complicadas para el dispositivo del Plan Romero, organizado por la Junta de Andalucía, con la colaboración de la administración estatal y las locales, para velar por la seguridad de los romeros. El temporal ha provocado que haya habido que hacer continuos cambios en los recorridos de las hermandades, casi sobre la marcha.

El presidente de la Hermandad de Ayamonte, Rafael Martín Rodríguez, mostró ayer su descontento con algunos aspectos del plan, especialmente con la coordinación para los cambios en los caminos. "Hemos cogido por itinerarios que no conocemos, era la primera vez que entrábamos por ahí y me mandaban unas marcas y unas directrices que yo no tenía ni idea de dónde estaban", aseguró. A su juicio, no se puede dejar a una hermandad con 400 personas y "decirnos simplemente coge por aquí o por allí". "Nos hubiera gustado que alguien se personara y nos ayudara", señaló el presidente, quien sí se mostró muy agradecido a los efectivos de la Guardia Civil, que, en su opinión, han hecho "una labor encomiable".

Según indicó, hubo incluso un momento en el que les dijeron que no sabían dónde estaba la hermandad, "a pesar de que todas llevamos un gps para que puedan localizarnos en cada momento, algo que me asustó mucho".

Desde el Plan Romero consideraban ayer que se ha cumplido el objetivo de que todas las filiales y los romeros llegasen a la aldea, y que los itinerarios alternativos fuesen seguros para los peregrinos. En este sentido -indicaron-, ante las inclemencias meteorológicas de estos días, los responsables del plan han adoptado medidas como el cambio en los caminos tradicionales para minimizar riesgos para los romeros. "Las decisiones adoptadas han sido seguidas mayoritariamente por las filiales, que han mostrado una gran colaboración", afirmaron.