El tiempo dio ayer una tregua a la Hermandad del Rocío de Huelva, al menos para poderse despedir de la ciudad y realizar todo su itinerario completo, aunque el agua fue algo más fuerte cuando era recibida a las puertas del Ayuntamiento de Huelva, en la Plaza de la Constitución.

La mañana comenzó con la misa de romeros que presidió el capellán de la hermandad, José Antonio Sosa, que concelebró con el vicario para al Celebración de la Fe, Emilio Rodríguez Claudio. Se inició con un mensaje de colaboración para un camino que tendría importantes cambios a lo que viene siendo habitual en el último medio siglo. El presidente de la Hermandad, Juan Ferrer, comunicó a todos los hermanos que por indicación de los responsables del Plan Romero y ante los problemas causados en los caminos por las fuertes lluvias de esta semana, el itinerario sería igual hasta La Matilla y, a partir de ahí, se anunciaba para la jornada de hoy importantes cambios, se cogería por la carretera de Bodegones hasta llegar a Cabezudos y de ahí la comitiva seguirá hasta el cruce de camino nuevo de Bonares para adentrarse. Hacia el Camino de los Llanos, accediendo por el cruce de Melco por el monumento a la Virgen hacia el Arco Mariano.

Ferrer señaló que este esfuerzo se puede hacer y confiaba en la fe de todos y en la solidaridad que debe aflorar en situaciones como estas. "Lo vamos a hacer, suerte y que la Virgen nos proteja", dijo a los rocieros. El hermano mayor, Manuel Castilla destacó que "la Virgen lo ha querido así, un camino distinto y hay que disfrutarlo". El director espiritual animó a los rocieros para "que todos a una, de la mano de la Virgen, y siguiendo las indicaciones de los que llevan a esta hermandad, lleguemos al Rocío".

La misa que terminó con el rezo de la Salve, se despidió con las palmas por Huelva para luego Juan Ferrer entregara a Manuel Castilla el Simpecado, deseándole que cuando lo devuelva el próximo miércoles "hayas cumplido con tu sueño y con tu deber". Llevó el Simpecado hasta fuera de la casa de hermandad, donde le esperaba la carreta. Acompañado de su familia lo entronizó en ella mientras sonaba la Marcha Real al son de los tamborileros. Se emparejaron las mulas blancas y Manuel el carrero ,a las nueve de la mañana, recibía las ordenes por todos esperada: "¡Manuel, en tus manos lleva mis ilusiones¡". Y se sucedieron los vivas mientras la hermandad se ponía en camino.

La primera visita tradicional fue a la iglesia del Rocío, donde se encontraba el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, que le recibió y rezó con ellos la Salve. En la misma avenida le esperaban las hermandades de la parroquia del Sagrado Corazón d e Jesús.

Por la alameda, la vista de la comitiva siempre es especialmente hermosa. Muchas personas esperando que hiciera su aparición la carreta de plata en El Punto, ante el monumento a la Virgen del Rocío. Allí los tamborileros nada más llegar se pusieron frente al mismo para tocar la Marcha Real y con la llegada del Simpecado todo fueron más emociones .

La carreta llegaba sin plástico, la lluvia era solo un chispeo y merecía la pena ver lo espectacular de cómo venía adornada por Antonio Rivera; fueron muchos elogios y piropos por el buen trabajo realizado. Flores con tonos azul y blanco, siguiendo los colores de la bandera de Huelva.

En la Gran Vía la hermandad fue cumplimentada de manera institucional a las puertas del Ayuntamiento por el alcalde Gabriel Cruz, al que le fue entregada la medalla de la Hermandad de Huelva, en la primera vez que los recibía en este cargo. Cruz dijo que se la pondría para estar con ellos hoy además de en la presentación del sábado.

"Ni la lluvia, ha podido deslucir el que es sin duda es el día más colorido del año en la ciudad, junto al de ayer con la salida de Emigrantes", dijo el alcalde de Huelva, agradeciendo a la hermandad "el magnífico espectáculo que ofrecen cada año con su recorrido por las calles de Huelva".  Tras el Coro del Centro Social Lazareto, el

Orfeón Onubense acompañado por la Banda Sinfónica Municipal entonó la Salve Rociera, para recibir al Simpecado de Huelva justo cuando la tradicional petalada se imponía a la lluvia para arrancar los primeros vivas al grito de 'Huelva, Huelva'. 

Gabriel Cruz trasladó al hermano mayor de la Hermandad de Huelva, Manuel Castilla, su apoyo y disposición para garantizar la seguridad y bienestar de los peregrinos hasta la llegada al Rocío, en este año marcado por las inclemencias meteorológicas. Consciente de la responsabilidad que supone guiar a una hermandad como la de Huelva, con sus 8.000 peregrinos, el alcalde ha deseado "aliento, fuerza y mucho ánimo" insistiendo en la colaboración con todos los efectivos que están trabajando en el Plan Romero Municipal.

La comitiva continúa como siempre, a un buen ritmo tras el pequeño chaparrón que cayó mientras estaba en el Ayuntamiento. Una nueva parada en la parroquia de la Inmaculada Concepción, con repiques de campanas y salve del párroco, Diego Capado, sin que faltara en ningún momentos los vivas.

De aquí la siguiente parada fue en la Comandancia de Marina, donde fue recibida en este punto tradicional en el que se despide de Huelva. Eran las 11:20 cuando la carreta de plata se dirigía hacia el Muelle de Riotinto. 

Quedaban en el aire flotando la Salve de la Virgen del Carmen que cantaron los marineros y las sevillanas del grupo Quitasueños.