Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

Fútbol | Primera Federación

Desastre del San Fernando en Granada, donde el colista le hace una 'manita' (5-0)

  • Un inoperante equipo azulino se hace el harakiri cuando más necesita los puntos y, además de perder, deja malas sensaciones ante un rival ya descendido

El azulino David Ramos trata de frenar el avance de Mortimer.

El azulino David Ramos trata de frenar el avance de Mortimer. / GRANADA CF

Vergonzosa. Así se puede calificar la derrota que sufrió el San Fernando CD (5-0) a manos de un colista ya descendido, Un Recreativo Granada que le dio un baño en todo a un equipo sin rumbo, sin ideas, frágil en defensa, inoperante en ataque y que deambuló en un partido que se nos antojaba crucial para las aspiraciones del conjunto de La Isla. De esta forma, con esta actitud, con lo que mostró el cuadro de Santaelena, se está mucho más cerca de la Segunda Federación, que de la permanencia.

Y es que el equipo azulino ofreció, de largo, su peor cara y su actuación en la Ciudad Deportiva del Granada fue de las peores que se recuerdan en mucho tiempo. Los de La Isla parecían el equipo descendido y los granadinos los que se jugaban la vida para mantener la categoría, todo al revés.

De inicio, Alfredo Santaelena no varió en mucho lo que viene ofreciendo en los últimos partidos, eso sí las novedades principales del equipo azulino estuvieron en la vuelta al titular después de tres jornadas en el dique seco de Aquino y la presencia de Pau Martínez en el interior derecho en detrimento del ‘tocado’ Biabiany.

Pues con esto, el equipo azulino no se enteró, en la primera mitad, de qué iba la historia. El conjunto azulino era un manojo de nervios, indeciso, impreciso, poco fiable atrás y dando una penosa imagen.

Tanto fue así que no tardó el Recreativo Granada, que ya tenía en su poder números de equipo descendido, en sacar los colores a los isleños. Exactamente cuatro minutos fue lo que tardó el cuadro local en perforar por primera vez la meta de Fuoli.

Un centro al corazón del área chica de Pablo Sáenz es rematado en carrera sin oposición por Julito ante el primero de los muchos desconciertos de la defensa azulina en esta primera mitad.

Los isleños no se enteraban de una película en la que se le iba la vida y aunque en el 13 un remate de cabeza en franca posición de Dani Molina pudo significar el empate a uno, otro fallo escandaloso en defensa permitió que los locales ampliaran su ventaja en el marcador. A la salida de balón desde atrás, eterno problema isleño, el cuero cayó en los pies de Pablo Sáenz que no perdonó.

La primera parte estaba siendo, y era, un suplicio para los isleños que no encontraban la manera de hacer nada y, lo poco que hacían, se estrellaba con la mala suerte.

Los últimos minutos de esta primera mitad fueron de locos. Si Óscar pudo hacer el tercero en el 41’ en un disparo que se fue ajustado a la escuadra, fue Marcelo en el 43’ el que estrelló el cuero en el poste tras un remate de cabeza tras la primera intentona de Aquino.

En el momento de locos fue el equipo granadino el que sacó partido ya que cuando el encuentro en esta primera mitad se encontraba en la prolongación, de nuevo un error en las marcas, de nuevo un fallo defensivo, de nuevo la falta de concentración permitió a Mario González plantase ante Fuoli y batirlo. Era la consecución de una primera parte desastrosa.

No le quedaba más remedio a Santaelena que cambiar el guión. Y lo intentó con la entrada de Baibiany, Unai y Farrando, que dejaron en la caseta a Carlos Blanco, Pau Martínez y Marcelo.

Pero la cosa, en vez de lo esperado, no varió en mucho, casi en nada. Los isleños continuaban sin ideas, sin encontrar la manera de encauzar lo que ya estaba doblado desde el principio. Las sensaciones continuaban siendo malas, los errores múltiples, los fallos en defensa patentes, la falta de coger el ritmo del partido y adueñarse de él, nula.

Y si en el 58’ pareció que llegaba el resurgir en un remate de Dani Molina que atajó Pol Tristán, en el 60’ llegó lo inevitable, el cuarto gol. De nuevo, una colada por banda, de nuevo un centro de Pablo Sáenz, que hizo lo que quiso todo el partido, y de nuevo un hombre libre de marca con su remate de cabeza y su tanto, Mario González.

La desolación se apoderó de un equipo sin rumbo y Julito pudo hacer el quinto en el 65’, pero su remate a puerta vacía a servicio de Fayé, se fue alto. Sólo Aquino, en el 71’ y Biabiany, en el 74’ gozaron de oportunidades para, al menos, hacer el tanto del honor, pero al equipo isleño no le quedaba ni eso, honor.

En el 78’, para colmo de males, Paco Cantal se fue de quien quiso y puso el cinco a cero en el marcador, ese que enseñaba las vergüenzas de un equipo que tiene que hacer mucho, cambiar mucho y ofrecer mucho, para no dar con sus huesos en la categoría que está por debajo. Así, no.

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