Con la Venia

Cada loco con su tema. Por Fernando Santiago

CADA LOCO CON SU TEMA. Cuando cumplí 40 años mi padre, siempre sentencioso, me dijo “ya no tienes edad para jugar al fútbol”. Ha pasado el tiempo y ahí sigo, me conformo con terminar de pie los partidos, mis compañeros me llaman “El Pureta”, en el fondo un mote benévolo, le doy conversación a los delanteros del equipo contrario, que yo no soy delantero, al contrario que Joaquinito Alegría. Cada vez que pienso en las cosas raras que hace la gente, bajo mi equivocado punto de vista, siempre pienso lo que dirán a mis espaldas sobre mis extravagancias, entre las que está darle patadas a un balón, a mi edad provecta. Pero como dijo Victor Manuel “si el paraíso existe es una pradera de hierba, 22 personas y un balón”. Desde esta base escéptica veo extrañado las costumbres de los demás, convencido de que los otros pensarán lo mismo de mí. Me resulta raro que la gente vea la Semana Santa como un espectáculo gratuito, que incluso haya peleas por si se hacen las cosas al estilo sevillano o en la más rancia tradición gaditana . Todos los años es lo mismo, hay que fijarse en ínfimos detalles para apreciar algún minúsculo cambio en cualquier cofradía, aún así la afición llega a extremos fanáticos, que por mucho que digan nada tiene que ver con la religión, que se desengañe Don Rafael y que no nos cuenten rollos los capillas . Si fuera así no habría divorciados en las juntas de gobierno y no habría promiscuidad en las hermandades. Cada uno es cada uno con su cadaunadas. Para qué hablar del gusto por ir a las ferias, que antes no existía en Cádiz. Gente que hablan y actúan como si fueran los custodios de las esencias gaditanas cogen una caseta en la Feria de Jerez y allá que van con sus chaquetas y sus corbatas, algunos con gomina para peinarse con la puerta de una jaula y la corbata de buche de paloma, para ronear como si fueran gente de nivel cuando a lo más que llegan es a clase media aspiracional . Hay gente que presumen de ser de izquierdas y llevan a sus hijos a colegios religiosos, concertados eso sí. Cada uno sobrelleva sus contradicciones como puede, yo el que más , por supuesto. La gente ha cogido e gusto de llamarme sieso en un alarde de originalidad porque me lo digo yo a mí mismo, si muchos lo dicen es probable que lleven razón. Eso sí, no voy a la feria ni muerto, ni con chaqueta ni sin chaqueta, pelo no tengo para la gomina, ni sé ni me gusta bailar: es un recinto para estar todo el día de pie cubierto de polvo, oliendo a boñiga de caballo , con un vaso de vino en la mano, no le veo la gracia y, por supuesto, no es muy gaditano en mi modesta opinión, más bien un síntoma de decadencia de la ciudad. Lo cantó el Libi en “Sevilla tuvo que ser, mi arma” ,lo que le costó una bronca con Los Morancos en el bar del Falla. Fernando Santiago.