Hace unos 30 años, en la Italia de los 80, un grupo de jóvenes comenzó a sentir especial admiración por las marcas. Estos chicos tenían por costumbre reunirse en el mismo bar, el Al Panino, donde llegaron a desarrollar toda una subcultura en torno a las marcas. Los paninaros (nombre con el que se les conocía por reunirse en el Al Panino) cambiaron su punto de encuentro por el primer restaurante de comida rápida que desembarcó en la península itálica, el Burghy, en la piazza San Babila, Milán. Por lo tanto, la piazza San Babila está íntegramente relacionada con esos jóvenes, que ya pasan de los veintitantos, pero que guardan nostalgia de los diseños de aquella época. Sobre todo de los del calzado. Para esos treintañeros surgió Babila, un nuevo espacio en la calle Regina donde el calzado retrorunning es el principal protagonista.

Bajo el lema "con los botines no se juega", esta tienda ofrece dos líneas de calzado. La primera está pensada para esos que añoran las zapatillas que compraban allá por los 80. En ella se pueden encontrar reediciones de los primeros calzados que las grandes firmas sacaron a la venta. La otra colección es más casual, pensada para los que usan zapatillas con independencia del contexto en el que se encuentren.

Un total de diez marcas componen las líneas de calzado de este espacio que es pionero en instaurar el concepto en Sevilla. Vans, New Balance, Le Coq Sportif, Munich, Muro (ambas españolas), Fred Perry o Diadora son algunas de las marcas que se pueden encontrar en Babila. Esta última se trata de una firma italiana de mucho éxito sólo disponible en esta tienda.

Importados de EEUU e Inglaterra, las zapatillas en Babila tienen historia, un porqué a la hora de su elaboración, y eso el cliente lo debe saber. Para eso, para dar a conocer los entresijos de las zapatillas al usuario, están David y Juan Pablo, dos de los socios de la tienda. Ellos, además, buscan la gama premium de todas las marcas de las que disponen para mostrar en su tienda un producto único y exclusivo imposible de encontrar en cualquier otro establecimiento. A pesar de tener a las zapatillas como principales protagonistas, en Babila también se pueden encontrar complementos como relojes, calcetines, gorros, sprays para el calzado y mochilas, además de sudaderas, cortafríos y camisas de Le Coq Sportif y Vans.

Además de ofrecer un producto innovador, en Babila han cuidado hasta el último detalle, desde el hilo musical, hasta el sistema de almacenamiento, que es de los aspectos más llamativos del establecimiento. Antes de comenzar con el proyecto, los chicos Babila tenían claro que su tienda debía ubicarse en la calle Regina. Encontrado el espacio, sólo tenían que decidir cómo decorarlo. Para el estudio de arquitectura Amodal eso resultó tarea sencilla. Desde el estudio crearon un espacio lo más neutro posible en el que lo único que resaltase fuesen las zapatillas. Pero, la tarea más complicada era poder optimizar el espacio a la hora de almacenar, ya que la tienda posee escasos metros.

De ahí, de esa optimización del espacio, nació el icono de la tienda. Se trata de una noria que va desde la entrada de la tienda hasta el mostrador en la que se colocan las cajas en función del modelo y el número y permanecen en suspensión hasta que algún cliente demanda una zapatilla. Entonces empieza a girar y todos, clientes y cualquiera que pasa por la calle quedan asombrados ante una forma tan original de acabar con la falta de espacio a la hora de almacenar. El mecanismo está realizado por la empresa ICM, de Los Palacios, mientras que la informatización de la noria corre a cargo de Wwbsca.

Los chicos Babila aseguran que "este año no hay mapping en Sevilla, pero hay noria en la calle Regina".

C/ Regina, esquina con Jerónimo Hernández. Facebook: Babila

Pilar Larrondo