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Más que mascotas: Cómo prevenir problemas urinarios en los gatos

  • La detección precoz de la mayoría de dolencias pueden evitar complicaciones mayores

  • El consumo de agua, la alimentación y el estrés son factores que pueden ser decisivos

Hoy queremos hablaros de un tema muy importante y frecuente en los gatos y que es motivo de consulta en muchas ocasiones: su tendencia a padecer problemas urinarios. Me gustaría transmitiros la máxima información posible para que seáis capaces de detectar un problema a tiempo y evitar complicaciones mayores.

Antes que nada: ¿por qué ocurre esto? Las causas son multiples: poco consumo de agua, alimentación inadecuada, sobrepeso, estrés. Todas ellas pueden desencadenar este tipo de dolencias urinarias en nuestro gato.

Lo primero que se suele detectar en casa es que el animal presenta problemas para orinar con normalidad. Es decir, suele intentar orinar muchas veces pero lo hace en pequeñas cantidades y, aunque va continuamente al arenero, no veis prácticamente orina.

Es de vital importancia mantener en condiciones higiénicas el arenero, de manera que podáis observar si hay cambios de color en la orina, si el olor es diferente así como la cantidad de orina que hace el animal. Esta ausencia o disminución en la cantidad siempre es signo de alarma y debéis acudir al veterinario.

Una vez allí se le realizarán varias pruebas al animal –radiografía, ecografía– para llegar a un diagnóstico claro y concreto, ya que puede tratarse desde una infección de orina a una obstrucción por cristales en la orina e incluso la presencia de un urolito (piedra en la vejiga o uretra).

Si estamos ante una infección de orina se resolverá fácilmente mediante la administración de un tratamiento en casa, pero si hay presencia de cristales en la orina o piedras, la resolución será mas compleja, siendo necesario a veces cirugía para solventar el problema.

Debemos tener en cuenta, para evitar estos problemas en nuestro gato, el consumo de agua del animal. Hay que saber que un gato debe tomar unos 50-100ml de agua al día por kilo de peso, siendo esta cantidad menor si nuestro gato consume alimentación húmeda.

Si un gato bebe poca agua será más propenso a problemas de cristales en la orina

Los gatos son muy especiales para beber. Es bueno tener diferentes cuencos de distintos materiales distribuidos por la casa y siempre se recomienda ofrecer una fuente con un caudal permanente de agua que motive a nuestro gato a beber con más frecuencia.

Si un gato bebe poca agua obviamente será más propenso a padecer problemas de formación de cristales en la orina.

El siguiente aspecto a tener en cuenta es la alimentación. Un buen pienso es fundamental para evitar trastornos urinarios. Si nuestro gato está esterilizado deberemos alimentarle con pienso específico para gatos esterilizados, que ya normalmente vienen formulados para evitar, precisamente, problemas de orina.

Si tenemos otras mascotas en casa, como perros, deberemos evitar que el gato se coma el pienso de su amigo perruno, ya que esto también puede contribuir a que desarrolle problemas de salud.

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Más que mascotas: Cómo prevenir problemas urinarios en los gatos

Una vez que nuestro gato esté diagnosticado de problemas de cristales o piedras, tu veterinario te indicará qué pienso debe tomar para ayudarle con este problema. Nunca cambies la alimentación si no está supervisado por tu veterinario, ya que de eso dependerá en gran parte que tu animal vuelva a enfermar repetidamente.

En la dieta del gato es importante administrar también una parte de comida húmeda para ayudar a la hidratación de nuestro animal, siempre que sea comida adecuada si presenta algún problema y de buena calidad.

Otro factor decisivo en este tipo de problemas urinarios es el estrés. Los gatos son animales altamente sensibles a los cambios, como la introducción de un nuevo animal en casa o un traslado de domicilio, por ejemplo. En estas situaciones, si observamos que nuestro animal está estresado y lo está pasando mal con los nuevos cambios, debemos intentar generar un ambiente lo más agradable posible para nuestra mascota, pudiendo utilizar las conocidas feromonas para aliviar el estrés o collares naturales que ayudan a que se encuentre más tranquila.

Un problema renal grave

Los problemas urinarios no tratados rápidamente pueden llevar a un problema renal grave en nuestro animal. Hay que pensar que si el animal no es capaz de vaciar la vejiga correctamente existirá un alto riesgo de padecer un fallo renal, lo que nos llevará a tratar dos problemas simultáneamente.

El fallo renal en los gatos es otra de las patologías mas importantes y graves en ellos y es algo que debemos controlar a partir de cierta edad.

Es aconsejable realizar analíticas de sangre a partir de una determinada edad de manera anual para monitorizar que los riñones de nuestro pequeño funcionan correctamente y, en el caso de que se observe alguna anomalía, poder iniciar un tratamiento en un estadio inicial de la enfermedad, pudiéndole dar una buena calidad de vida durante muchos años.

Como veis, es importante estar atentos a las pequeñas manifestaciones que nuestro animal nos muestra, como por ejemplo observar que está algo más triste de lo normal, que tenga menos apetito o que se aísle. Todas estas señales pueden indicar que nuestro compañero no se encuentra bien y necesita atención veterinaria.

Como siempre, mi consejo es que una atención rápida es el mejor salvavidas de nuestra mascota.

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