Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Vivir en Cádiz

Polémica en Australia por una campaña de educación sexual con batidos y tiburones

  • El vídeo del gobierno usa analogías como tomarse un batido o nadar entre tiburones para hablar de las agresiones sexuales o el consentimiento

Una captura del polémico vídeo.

Una captura del polémico vídeo.

Hay temas en los que la frivolidad está de más, sobre todo cuando lo que se trata es de educar a los jóvenes, por ejemplo, en mantener y sobre todo en reconocer unas relaciones personales y sexuales sanas y adecuadas para las dos partes.

El gobierno australiano, en un intento por emplear un lenguaje más juvenil en el tema de la educación sexual, ha terminado usando analogías de lo más dispersas para hablar de consentimiento, invitaciones sexuales y agresiones y, cómo no, le han llovido las críticas por las redes.

The Good Society (La Sociedad Buena), un portal que es parte de un programa Respect Matters (El respeto cuenta) para reforzar la enseñanza en las escuelas sobre la importancia del respeto en las relaciones interpersonales, cuenta con unas 350 materiales audiovisuales y digitales educativos.

En uno de estos vídeos que ofrece The Good Society y que están dirigidos a jóvenes de entre 14 y 17 años, una adolescente invita a otro joven a probar su batido y tras su negativa, le embadurna la cara con la bebida.

En este vídeo, por ejemplo, la agresora es una mujer, a pesar de que los datos oficiales muestran que el 97 por ciento de los agresores sexuales registrados por la policía entre 2018-19 eran hombres, apuntó este martes la cadena de televisión SBS.

En otros vídeos que tratan el consentimiento sexual se utilizan analogías como comer tacos o las dudas de una joven sobre si quiere nadar con tiburones mientras un chico le intenta convencer para que lo haga.

Mensajes confusos e información incorrecta

La ong End Rape on Campus Australia (EROCA, siglas en inglés para Poner Fin a las Violaciones en los Campus Australia) señaló el lunes en Twitter que este material no cumple con los estándares educativos de prevención de asaltos sexuales y agregó que "hay algunos mensajes sumamente preocupantes e información incorrecta".

"Si queremos abordar la violencia sexual con los estudiantes necesitamos armarlos con herramientas que les permitan tomar decisiones éticas en sus relaciones interpersonales emocionales y complicadas", dijo la educadora Karen Willis en un comunicado conjunto de EROCA y la organización Fair Agenda.

"Tufillo religioso"

Por su lado, Women for Australia (W4A o Mujeres por Australia) calificó a The Good Society como "una aterradora distopía de 1950". mientras RonniSalt, un popular comentaristal, subrayó con ironía "los tenues matices puritanos" de los vídeos, así como el "tufillo religioso del nombre de la campaña "La buena sociedad".

La Senadora del Partido Verde, Larissa Waters, señaló que se trata "del peor material educativo sobre consentimiento jamás visto. El gobierno de(Scott) Morrison está fuera de foco", según su tuit del lunes.

Al lanzar esta campaña la semana pasada, el ministro australiano de Educación, Alan Tudge, afirmó que el programa Respect Matters, en el que ha invertido más de 6 millones de dólares (5 millones de euros), fue diseñado con la supervisión de expertos, padres de familia, educadores y la comunidad.

La ola de críticas contra el gobierno de Morrison, socialmente conservador, se da después de que la semana pasada el Ministerio de Defensa vetó los bailes sensuales en los actos oficiales de la Armada tras un escándalo en las redes sociales.

Morrison, un pentecostal practicante, también ha sido fuertemente criticado tras el escándalo que estalló a mediados de febrero cuando Brittany Higgins, exasesora de su partido Liberal, denunció que fue violada en 2019 por un compañero de trabajo en una oficina del Parlamento.

Además de otras tres denuncias contra este presunto violador, surgió otra contra el entonces fiscal general Christian Porter, ahora ministro de Industria, por una presunta violación de hace más de 30 años, que él niega y que la Policía archivó por falta de pruebas tras la muerte en 2020 de la supuesta víctima.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios