Hablar de dinero puede ser motivo de mala educación y tratar sobre las cuentas bancarias o sobre el importe de las nóminas pueden ser conversaciones tabúes para la mayoría de las personas.

Para aportar algo de luz sobre este tema y confirmar que para los asuntos monetarios es preferible la discreción, el equipo de la web orientada al mundo profesional Zety ha elaborado un estudio sobre cómo sigue considerándose hablar de dinero.

Y lo cierto es que, según los datos aportados tras entrevistar a más de mil participantes, la incomodidad está muy presente cuando se habla de dinero. Un 50% de los encuestados reconoce que no le gusta hablar de su nómina o de sus propiedades inmobiliarias ni siquiera con sus familiares.

Y lo que reafirma aún más estos datos: aproximadamente una tercera parte de los encuestados afirmó haber mentido a sus familiares sobre sus salarios. 

Amigos ricos sí, pobres no tanto

Y la cosa es aún peor en el caso de amigos, ya que sólo el 28% de los encuestados se sentiría cómodo hablando de deudas con sus amigos. Y no es extraño que esto suceda, porque según avanza el estudio, los datos demuestran algunos resultados que permiten afirmar que queremos gente con dinero alrededor. Al menos con nuestro mismo dinero.

Tanto es así, que el 42% de los participantes afirmó que no podrían ser amigos de personas que ganaran mucho menos dinero y sólo el 26% declaró que no tendría problemas para disfrutar de la amistad con gente menos próspera.

En el caso contrario, por su parte, la reticencia  es menor, ya que el 81% de los encuestados no tendría problemas para relacionarse con personas con unos ingresos mucho mayores.

Algunos asuntos son más controvertidos que otros, según los resultados.Sólo el 45% se mostraría dispuesto  a habar sobre su hipoteca con amigos, pero si hablamos de alquiler, la cifra se dispara hasta cerca del 60% de los encuestados. 

Y lo más incómodo, sin duda, son las deudas. Sólo el 28% de los encuestados no tendría reparos en comentar sus deudas con los amigos.

Solteros contra casados

¿Nos gusta hablar del dinero con nuestras parejas? Pues según este estudio, los casados son personas que confían en sus cónyuges para estos temas monetarios, ya que el 89% de los casados preguntados no tienen problema alguno en comentar su salario entre ambos.

En el caso de las deudas, ese porcentaje se rebaja hasta el 78%, aunque sigue siendo alto con respecto a familiares y amigos.

Casualmente, aquellos que no están casados desconfían algo más de su hipotética pareja. Los porcentajes disminuyen hasta el 68% en el caso de comentar el salario y sólo el 61% comentaría las deudas en el caso de emparejarse.

Los jóvenes son más libres

Para este estudio, se ha entrevistado a 1.011 personas mayores de edad de todos los estratos demográficos. Con los datos sobre la mesa, es posible concluir que el dinero sigue siendo tabú, pero que las nuevas generaciones le están perdiendo el respeto.

Así, el 37% de los menores de 25 años se sienten cómodos hablando de su situación financiera con sus amigos, en contraste con el 17% de los encuestados de otras generaciones.