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Análisis 'Forza Horizon 5'

  • El espectáculo automovilístico atraviesa fronteras mexicanas

Tráiler de 'Forza Horizon 5'.

La serie Forza Motorsport todavía está a la espera de una octava entrega que revolucione la simulación automovilística exclusiva de Microsoft. La franquicia, desarrollada por Turn 10 Studios, se está tomando un merecido tiempo antes de entrar quemando rueda en las nuevas sobremesas de la compañía estadounidense. Mientras tanto, y para suerte de los jugadores, los amantes de la conducción tenemos una cita con uno de esos anexos que terminan convirtiéndose, con el tiempo y por méritos propios, en una serie motu proprio.

Hablamos, como no podía ser de otra manera, de Forza Horizon, la extensión más frenética y arcade de la conducción de Microsoft, que llega a su quinta entrega reafirmándose como uno de los máximos exponentes de la conducción. La serie, que lleva ya unos años entre nosotros, vuelve a presentar su festival de motores y adrenalina mostrando una recreación de México que, desde el primer kilómetro, va a dar muchísimo que hablar. Calentad motores porque empezamos.

Una imagen del juego. Una imagen del juego.

Una imagen del juego.

Tierra y cultura mexicana

Playground Games, encargados de la marca Horizon, ha empaquetado y distribuido su buen hacer dentro de tierras mexicanas con una recreación muy sólida y fidedigna del territorio americano. Siguiendo una estela continuista y abriendo camino entre diferentes entornos, Forza Horizon 5 brilla en lo técnico y divierte, y de qué manera, en lo jugable.

El videojuego comienza como en anteriores ocasiones: creando a nuestro piloto, cuya empresa no será otra que ayudar a montar el festival que da nombre al juego. ¿Cómo podemos ayudar? Pues de la mejor manera: quemando rueda. Tras una breve introducción que deja entrever las posibilidades de juego, el título nos lanza directamente al asfalto mexicano para comenzar a contar kilómetros.

A partir de aquí todo es decisión del jugador, pues el título despliega su enorme mapa desde el primer minuto ofreciéndonos cientos de marcadores para explorar, competir y disfrutar pisando el acelerador. Como mundo abierto, Forza Horizon 5 deja al usuario la capacidad de disfrutar de la obra a su manera, encargándose de los tramos y misiones que más le interesen desde el primer minuto.Entre otras, tenemos las míticas carreras y competiciones fuera de carretera, otras donde tendremos que seguir en los diferentes páramos y entornos de los que luego hablaremos, e incluso carreras callejeras en ciudad. Esto, sin embargo, es sólo la punta del iceberg, pues no sólo hablamos de carreras horizontales, sino también verticales, de estilo, donde los derrapes cobran protagonismo; un modo battle royale y hasta un tour, donde nuestro objetivo únicamente es explorar y deleitarnos con las vistas del entorno.

Una imagen del juego. Una imagen del juego.

Una imagen del juego.

Abierto y amplio en todos los sentidos

Es fácil perderse por el camino, hay que decir. La cantidad de eventos, radares y rutas es simplemente apabullante, por lo que no será extraño que, de camino a una de esas misiones principales de la aventura, nos desviemos de la línea continua para ver qué nos depara ese marcador fuera de la carreta. Y esta es, sin duda, una de las grandes virtudes de Horizon: su capacidad innata de mantenernos pegados a la videoconsola durante horas en una misma partida.

Y no es algo baladí, pues el videojuego no sólo se abre al jugador en materia de extensión, sino también en posibilidades. El hecho de jugar en solitario y competir contra los Drivatar -esa inteligencia artificial recreada por nuestro uso y el de nuestros compañeros- o, con un simple botón, llamar a nuestro séquito para que se unan a la disputa en carretera -o unirnos nosotros sin cambiar de marcha- es algo que merece ser vivido. Velocidad no sólo en carretera, sino también en posibilidades.En este sentido, Forza Horizon 5 se estrena con una batería de más de 500 coches y más de 100 kilómetros cuadrados de extensión. Por supuesto, comenzaremos con vehículos humildes con los que recorrer las primeras rutas; posteriormente, y a medida que vayamos acumulando galardones -la experiencia de juego, como si de un título de rol se tratara-, y dinero, podremos ir adquiriendo nuevos vehículos, modificándolos e incluso encontrando reliquias abandonadas por ahí que necesitan urgentemente una revisión en el taller más cercano.

Esto, por supuesto, sin tener en cuenta que cada coche atiende a un comportamiento específico. Estamos ante un videojuego arcade alejado de la simulación realista, sí, pero en Horizon hay unos mínimos que hay que comprender. Poco haremos con un deportivo en el desierto y cuesta arriba; pocas carreras aspiraremos a ganar con un todoterreno por autopista; y de ninguna manera lograremos llegar a meta si no tenemos presente la climatología del videojuego.

En este sentido, es una gozada comprobar como cada uno de los 11 biomas diferentes que presenta la obra, o, dicho de otro modo, los entornos diferenciados de la tierra mexicana como son los desiertos, las junglas, la ciudad, la piedra volcánica afectan en mayor o menor medida a nuestro vehículo y conducción. Más aún: si tenemos en cuenta que cada cierto tiempo hay una climatología completamente diferente, con lluvias torrenciales -que afectan a los ríos-, tornados y momentos de solana podemos hacernos una ligera idea de lo que tenemos por delante.

Una imagen del juego. Una imagen del juego.

Una imagen del juego.

Un festival de Nueva Generación

En mayúsculas, Forza Horizon 5 es uno de los videojuegos más bonitos que se han reproducido nunca en una videoconsola. Su realismo, sus físicas, sus detalles, son, desde luego, un anticipo de lo que será el próximo videojuego exclusivo para las Series de Microsoft. El horizonte se ve espectacularmente nítido, la fluidez -sus 60 cuadros por segundo en el modo rendimiento- es perfecta para los amantes del control, y su Forzavista, el visualizador de interiores donde podemos ver el trazado de rayos en acción, hace del videojuego un espectáculo técnico que, sin lugar a dudas, nos dejará boquiabierto en más de una ocasión.

La música también está a la altura, con temazos de Deadmau5, Metric, Plague Vendor, Foo Fighters o Royal Blood, entre otros, que encajan perfectamente con el rugido de nuestro motor. Lo único que nos ha faltado en el apartado sonoro ha sido el doblaje al castellano, que se mantiene en inglés -con expresiones de español mexicano-. Mención especial tiene que el título es uno de los primeros de la marca en estrenar opciones de accesibilidad con lenguaje de signos, todo un detalle.En definitiva, Forza Horizon 5 es uno de esos títulos que hay que jugar sí o sí. Seamos amantes de la conducción o no, la obra de Playground Games divierte desde los primeros minutos de juego y continúa en ascenso ad infinitum.

La quinta edición del festival Horizon ha llegado, además, de la mejor manera: con el videojuego disponible desde ya para los subscriptores de Game Pass de Microsoft… Así que, ¿a qué estás esperando para descargarlo?

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