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Verano

“Hacer mal una obra de teatro es fácil. Por eso, generalmente, se hacen mal”

  • Alonso de Santos, autor y director de teatro.

El Festival de Comedias de El Puerto está al caer y el vallisoletano José Luis Alonso de Santos asumirá en la programación un papel principal. Su obra Bajarse al Moro cumplirá sobre las tablas portuenses 25 años desde su creación, una trayectoria de éxito internacional con más de un millón de ejemplares en circulación. No sólo eso, también se atreve con Pedro Muñoz Seca y dirigirá la obra Anacleto se divorcia, del escritor portuense, el próximo día 15 tras un año de trabajo.

—¿Cómo ve la programación del Festival de Comedias de este año?

Creo que en general a lo largo de estos años el Ayuntamiento ha hecho una programación de calidad y el resultado es que siempre está lleno. Si se hiciera mal, no te preocupes, que la gente dejaría de acudir.

—Uno de sus actores dice que es usted un director duro pero justo.

—Yo defiendo al público. Cuando trabajo con actores lo que hago es presionar lo que haga falta para que todo salga bien. Una obra de teatro es algo muy difícil, es una obra de arte. Hacerlo mal es fácil, hacerlo bien es difícil, por eso generalmente se hace mal.

—En Bajarse al Moro la juventud es la protagonista. ¿Han cambiado los jóvenes en estos últimos años?

—El debate esencial es ¿qué hacemos con nuestra vida? La gente joven tiene que buscar un hueco en un mundo que no los tiene. Está taponado por varias generaciones.  Quieren cambiar la familia, la sociedad, encontrar un hueco en el mundo y éste es un muro muy poderoso. El enfrentamiento del joven contra el muro estaba en el pasado y está hoy.

—Siguiendo con Bajarse al moro. ¿Los perdedores tienen más encanto?

—Sólo aquéllos que tratan de encontrar una salida. El perdedor resignado no es personaje, un perdedor que pierde en cualquier terreno, el amor, la justicia, el trabajo y no lucha no interesa, pero uno que se ríe, que se enfrenta y que tiene otro modelo de vida sí lo es. Para un escritor es mas interesante un perdedor que un ganador.

—¿Salen sus personajes de la calle?

—En parte. Los escritores hacemos escritura partiendo de otros libros. Unos textos nos llevan a otros, pero también hay un referente en la calle, ves a la gente viva, el latido de su sangre, su sudor y sus palabras, esa mezcla entre cultura y vida es la que aparece en los libros.

—¿Escribe a diario?

—Escribir es como las patatas en la tierra, a veces salen y a veces estan en barbecho. Escribir es pensar, cuando piensas en la calle o ves una escena estas guardándola, luego te sientas y sacas una obra pero no solamente escribes ante el ordenador. Escribes mientras vives.

—¿El teatro no entiende de crisis?

—El teatro es una cosa socialmente poco importante en cuanto a cantidad, poca gente estudia o lee teatro, pero es muy fiel. Esto es como los aficionados a la música o al jazz.  A los que les gusta van siempre y conocen los nombres de actores, directores y autores. Son como los que siguen el fútbol y saben las alineaciones de memoria.

—Como autor que maneja el idioma como herramienta. ¿Cree que  el español corre peligro?

—No, pero el que no corra peligro no quiere decir que haya que callarse. Soy uno de los firmantes del manifiesto y además soy agresivo en ese tema. El español es después del inglés la lengua mas poderosa del mundo. El español no corre peligro pero otra cosa es que nos tomen el pelo. Vengo  de estar en Cataluña y el debate de que solo se puedan dar 2 horas a los niños de español es ridículo. En Cataluña es donde menos se conoce, se estudia y se representa mi teatro porque para ellos soy un extranjero. No tiene sentido. Hay un desprecio un poco paleto con un trasfondo económico. Cuando me piden permiso para traducir mis obras al catalán digo que no, que las hagan en español que se entienden perfectamente y ellos son España. Firmaré cualquier manifiesto en defensa de la lengua española.

—Recomiende un libro ahora quees verano y tenemos más tiempo libre.

Yo recomiendo siempre un libro que divierta, no defiendo para nada un libro culto. A mi hijo que tiene 18 años le he recomendado hace poco Los Pilares de la Tierra que lo ha leido todo el mundo. Hay muchos autores y cada uno tiene que descubrir el suyo.

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