El príncipe de Gales ha obtenido unos beneficios de 43 millones de libras en negocios inmobiliarios desde 2001. Se trata de operaciones que ha llevado a cabo a través del Ducado de Cornualles, que genera numerosas actividades empresariales y está exento de pagar impuestos por ser parte de la Corona. No obstante, el hijo mayor de Isabel II paga de forma voluntaria el 40% de tasas derivadas de la renta del Ducado. A diferencia de Isabel II y su esposo, a los que mantienen los contribuyentes británicos, los ingresos de Carlos provienen desde el siglo XIV de esa institución.