150

El parque María Cristina fue ayer por la noche la sede de un concierto único. Alrededor de 150 personas no quisieron perderse la representación que ofreció la Compañía Internacional Concerlírica, siendo un espectáculo musical inspirado en la obra de Lucciano Pavarotti, que sirvió para rendir homenaje al desaparecido tenor italiano.

A las diez y media de la noche el escenario se hizo invisible ante los asistentes y la dulce melodía celestial cobró el protagonismo de la noche con una tenue luz. Cada uno de los artistas ocupó su lugar reservado y empezó a deleitar con los sones de los instrumentos allí presentes, como si fuera una máquina cada pieza del engranaje tomó parte del total y arrancó el concierto, acompañado de una pareja de baile que sorprendió a los algecireños.

En la gala lírica se interpretaron algunas de las arias más famosas de las óperas Toska, Madamme Butterfly, La Bohême y Turandot, escritas por el compositor italiano Puccini y que con tanto éxito cantó Pavarotti durante su trayectoria.

La Concerlírica Ópera que ayer llenó el parque algecireño combinó en su espectáculo un teatro de ópera estable, desde el punto de vista más profesional, con los solistas invitados que, en esta ocasión, fueron los sopranos Oksana Antonenko y Miki Mori; y los tenores Gustavo Casanova, Vitaly Dudkin y Álvaro Vallejo. Por otra parte, el director de la orquesta era Vasily Vasilenko y la directora del coro, Ludmila Strelsova.

La música estuvo creada a partir de un amplio abanico de instrumentos, desde violines a contrabajos, violas, oboes, flautas, trompetas y percusionistas, que hicieron la magia.

La alcaldesa accidental y delegada de Cultura, Inmaculada Nieto, quiso subrayar en días anteriores que "desde la Fundación Municipal de Cultura nos hemos marcado el objetivo de ampliar el abanico de los espectáculos, que se basan en distintos estilos musicales". En este caso, Nieto señaló que quieren "atender a los muchos aficionados a la lírica y la música clásica de la ciudad".