Toros

Menos tensión en otra sesión en el Parlamento catalán

  • Los amantes del toreo piden libertad y los detractores abolición inmediata

El Parlamento catalán acogió ayer la segunda sesión -resta una tercera el próximo 17 de marzo, en la que intervendrá Luis Francisco Esplá, entre otros- en la que defensores de la Fiesta y antitaurinos exponen sus ideas sobre la misma.

Entre las intervenciones durante la jornada de ayer, por parte de taurófilos, el presidente de la Agrupació de Penyes i Comissions de Bous de les Terres de l'Ebre, Miquel Ferré i Avellanás, significó que "si no hay toros, no hay fiestas; y, si no hay fiestas, no hay pueblo". Y pidió a los diputados que "no me obliguen a ir a Castellón o Valencia para poder ver una corrida de toros".

El ganadero de esa zona, Pedro Fumadó, señaló que "ni biólogos, ni licenciados ni gente de despachos pueden leer el cerebro de un toro bravo". Por su parte, el filósofo francés, Francis Wolff, llegó a sentenciar que "la corrida ya no es la fiesta nacional de España, es la fiesta de la Europa meridional", por lo que prohibir el espectáculo taurino sería "una pérdida para la humanidad y animalidad". Wolff también destacó la importancia de preservar el "ecosistema" que rodea al toro bravo. En una línea similar defendieron la postura taurina los franceses Christian Bourquin, quien pedía tolerancia y libertad y Schiavetti, quien definió las corridas como "un capital cultural, un modo de vida respetuoso".

Por parte de los antitaurinos, el argentino Leonardo Anselmi afirmó que en esta ocasión, por táctica, no les convenía meter los encierros catalanes en la prohibición, pero en otro momento "iremos a por los correbous". El veterinario de gatos José Enrique Zaldívar se aseguró que "el organismo del toro no está adaptado para la lidia" y Javier de Lucas aseveró que "prohibir los toros nos llevaría a una sociedad mejor".

Norbert Bilbeny afirmó que "el fin no justifica los medios. Las corridas se han de prohibir, no dudo del valor del torero ni de su arte, ni tampoco del placer del público. Pero todo ello no justifica la tortura". Y Javier de Lucas apostilló que "prohibir nos llevaría a una sociedad mejor".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios