Toros

Una secuela de la cornada de El Puerto le impide a Morante torear en América

  • Sufre una osteopatía dinámica del pubis de resultas de las lesiones sufridas en la Plaza Real el pasado siete de agosto

El diestro José Antonio Morante, "Morante de la Puebla", no podrá afrontar los primeros compromisos en ruedos americanos después de que los médicos le hayan diagnosticado una "osteopatía dinámica del pubis", secuela de la grave cornada sufrida el 7 de agosto en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Así lo ha confirmado el mozo de espadas del diestro, Juan Carlos Morante, que no ha podido precisar los plazos de recuperación del diestro, aunque todo parece indicar que el torero sevillano no podrá comenzar su campaña americana tal y como había previsto.

Los médicos le han recomendado reposo absoluto y un proceso de rehabilitación de, al menos, 45 días.

La temporada 2009 ha sido pródiga en percances para "Morante de la Puebla", que pocos días después de reaparecer tras la cornada del Puerto, el 28 de agosto, volvía a caer herido en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid).

El torero aún sufriría otra lesión: una fractura del pulgar en la plaza de Barcelona, que no le impidió cumplir los últimos compromisos de la temporada.

El primer cartel en el que está anunciado el diestro de La Puebla es el próximo 11 de noviembre en el ruedo venezolano de Maracaibo, acompañado del diestro local Leonardo Benítez y del español Antonio Barrera.

Luego estaba contratado el 2 y 4 de diciembre en Quito, el 13 de diciembre en la Temporada Grande de la Plaza México y el 10 de enero en Manizales. Su actuación en la Monumental Plaza México es un cartel que ha levantado grandes expectativas ya que se programaba un mano a mano con un gran estilista del toreo mexicano y torero dinástico Guillermo Capetillo, de la saga toreara que iniciara Manuel Capetillo Villaseñor, siendo Guillermo -torero y actor- quien cortara el rabo 103 de la historia del coliseo capitalino.

La cornada de El Puerto se produjo de modo accidental al pisar el torero la tela de la muleta cayendo en la cara del toro, que le infirió las lesiones que fueron calificadas como graves.

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