Leandro. Matador de toros

"Me gustaría volver a Sevilla y cuajar otra faena de ensueño"

  • El diestro vallisoletano, tras sus éxitos en varias plazas de primera como Madrid y Málaga, comienza una nueva etapa de la mano del apoderado sevillano Manuel Álvarez Canorea.

El matador de toros Leandro, quien ha roto con la casa Chopera, comienza la temporada 2013 unido a Manuel Álvarez Canorea, en lo que define como "una nueva etapa, con ilusiones renovadas y muchas expectativas". El diestro, quien se prepara intensamente de cara a la nueva campaña, se ha distinguido siempre por la calidad artística de su toreo.

-¿Por qué el cambio de apoderamiento?

-Manuel cree en mí como torero y en un proyecto común. Con la casa Chopera he cubierto una etapa importante en los dos últimos años. En el primero empecé muy bien en Valencia. Pero una cornada en Valladolid me dejó fuera de San Isidro y a continuación sufrí un corte en el antebrazo en el campo. Todo se vino abajo. En 2012, un año difícil, he toreado 13 corridas, pero he remontado y he cuajado faenas importantes en plazas grandes.

-¿Qué ha sido lo más destacado?

-La faena que hice el 15 de agosto en Las Ventas, por la importancia de la plaza y porque me encontré muy a gusto. Realicé una faena sentida, con momentos muy bellos, que fue muy valorada por la crítica y también por los aficionados. Además de Madrid, triunfé en Málaga, donde corté una oreja a un toro de Joselito en mi presentación, y me repitieron y volví a cortar otra a un toro de La Quinta. También me encontré muy bien en mi tierra, en Valladolid, donde salí a hombros.

-¿Qué perspectivas tiene para 2013?

-Para un torero en mi situación, todo dependerá de las primeras ferias. Creo que puede ser mi año.

-¿Qué ha supuesto el triunfo de Madrid?

-Creo que he entrado en esa afición y como torero supone un punto de inflexión en mi interior. Supongo que volveré este año.

-En Sevilla impactó hace varias temporadas con una grandiosa faena que malogró por los aceros ¿Tiene opción de volver?

-Claro. Me gustaría volver a torear en Sevilla y cuajar otra faena de ensueño. Estoy deseando contar con otra oportunidad. Yo debuté en 2004 con una corrida de Cuadri. Realicé una gran faena, en la que disfruté mucho. Di varios pinchazos y descabellos y aun así di dos vueltas al ruedo. Los aficionados siempre me la recuerdan. Luego, en Sevilla, únicamente toreé otra tarde al año siguiente y ya no he vuelto.

-Por su parte, ¿qué sensaciones tiene de esta plaza?

-Es el marco perfecto. El público paladea el toreo y siente todo.

-Con sus cualidades, ¿por qué no ha alcanzado un puesto más alto en el escalafón?

-En estos momentos sería un error pensar en si debería ocupar uno u otro puesto. Como torero puedo dar mucho de sí. Mi techo es muy alto. El toreo es un arte, no es algo matemático y no se sabe cuando un torero puede romper.

-En su caso, la espada ha sido su talón de Aquiles.

-Afortunadamente este año lo he superado. Al menos, en las grandes faenas de Madrid, Málaga y Valladolid, se ha visto que estoy en el camino correcto.

-¿A qué se debía?

-En mi caso ha sido siempre un problema psicológico. En aquella faena de Sevilla, el fallo con los aceros me marcó.

-¿Cómo valora su carrera?

-Me quedo con la ilusión y con que cada día descubro cosas nuevas en mi profesión. He cometido errores y trabajo para que no vuelva a suceder. Lo importante es ir con la verdad y la humildad. Eso, el público lo aprecia.

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