Su comportamiento en el ruedo, asumiendo el riesgo hasta límites extremos, le ha hecho pasar a la historia del toreo, convertido en un mito. Sus partidarios profesan el tomismo, una especie de religión en la que han convertido a su torero en un dios. Sus detractores opinan que el torero debe evitar la cogida. Tras su reaparición en 2007, faltaba la prueba auténtica, la de su paso por Madrid, que ha resultado un éxito total. José Tomás ha demostrado en el transcurso de una semana en Las Ventas que torea como los ángeles a los toros boyantes y que es capaz de atravesar varias veces la línea de fuego ante un mismo toro. Decía el maestro Antonio Ordóñez, que una figura del toreo debía estar preparada para salir a morir de verdad en seis u ocho ocasiones en la temporada. José Tomás, lo hace a diario. En el sitio en el que se coloca le embisten más toros que a nadie. Por eso ha reventado la banca, como en su día lo hizo su ídolo, Manuel Rodríguez Manolete. Tras reaparecer el año pasado en Barcelona, el 17 de junio, sus actuaciones se han contado por grandes éxitos y cogidas. Y lo más importante es que no ha dejado a nadie indiferente, siendo sus actuaciones recogidas en telediarios y en portadas de la prensa escrita, pese a que no concede entrevistas. Además de despertar interés en los medios de comunicación recuperó hace un año la Fiesta en Barcelona, con un llenazo histórico y dando una bofetada a los nacionalistas, que ven en la tauromaquia el símbolo de España. En la presente temporada, José Tomás ha sumado 9 corridas y ha cortado 21 orejas y un rabo. De ellas, 7 en Madrid, consiguiendo 4 trofeos en la primera tarde; hecho que no sucedía desde los años 70 del siglo XX.

El triunfo épico de José Tomás del pasado 15 de junio en Madrid lo vivió como competidor José Pedro Prados El Fundi, quien relata algunas claves de su compañero: "Para mi merece todo el respeto, reconocimiento y admiración. Es muy difícil salir a la plaza todos los días a triunfar con esa entrega. Un día clave se puede hacer el esfuerzo sobrehumano. Pero todos es imposible. Las cogidas que tuvo ese día y que tiene siempre no son por falta de técnica, como algunos dicen, si no por exceso de valor y verdad. Sin técnica no hubiera durado. El busca la pureza. Lo que se exige a sí mismo es inusual. Por eso emociona. Yo creo que es distinto a los demás. La gracia puede ser un don especial. Pero este torero tiene unas facultades innatas y una mentalización distinta. Cuando sale el toro bueno lo torea con la muleta por abajo, liga, da los toques oportunos. Y cuando le sale el malo consigue hacerlo embestir. Es muy poderoso. Porque llega a sacar partido al 90% de los toros".

El torero de Galapagar, al que muchos califican como extraterrestre, también tiene un comportamiento diferente ante el dolor, cuando ingresa en la enfermería. La última ocasión que ha pisado el quirófano fue en Las Ventas. Varios cirujanos que lo han tratado cuando el torero cambia las agujas del toro por las del anestesista y el sol de la plaza por el foco del quirófano, aseguran que su comportamiento es similar en la enfermería al que tiene en el ruedo. Los galenos lo alaban por su entrega silenciosa ante ellos; aunque algunos le tienen miedo por esa exagerada entrega y lo quieren evitar como un cliente casi fijo.

Los empresarios taurinos que lo contratan también tienen siempre el corazón en un puño. Tras las cornadas sufridas el pasado 15 en la plaza de Madrid el diestro convalece en su domicilio. El espada de Galapagar no pudo reaparecer ayer en la plaza de toros de Badajoz y tampoco lo hará el próximo sábado 28 en la plaza de Las Palomas de Algeciras, donde será sustituído por Manzanares. El próximo compromiso de José Tomás es el 23 de julio en Santander.

Entre tanto, la leyenda de un torero que afirma que busca "la libertad y la verdad en el toreo" aumenta.