Toros

La capilla donde reza el torero para que nunca le falte un capote

  • El oratorio de la plaza de El Puerto está presidido por un lienzo de la Virgen del Carmen y otras devociones de los toreros

"El 99 por ciento de los toreros pasan por la capilla de la plaza de toros de El Puerto", asegura José Manuel Castillo Franco, responsable de esta sacra dependencia de la centenaria Plaza Real.

Y es que a José Manuel, sevillano enraizado en El Puerto desde hace muchos años, recalca que el es el responsable de la capilla, no capiller, porque desempeña su cometido sin esa calificación canónica y sobre todo "por tradición, por afición, por cariño... he continuado con la tradición de mi suegro, que fue quien se ocupó de la capilla hasta que se jubiló, y ya voy yo para los veinticinco años como responsable de la capilla".

Manuel Girón, su antecesor, sí que era capiller: fue sacristán de la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto y en aquellos años la capilla era una de las dependencias priorales. Hoy viene un sacerdote desde San Francisco.

La capilla la preside un óleo de la Virgen del Carmen, José Manuel Castillo lo detalla: "apareció en tiempos de mi suegro en unas obras que se hicieron en la plaza, y se acordó que presidiera el altar". Antes hubo una pequeña virgen vestida y cuando se restauró la capilla, una Inmaculada.

Este oratorio está junto a la enfermería, frente al despacho del cirujano de la plaza. Tiene un aroma especial y es que José Manuel Castillo la mima: "quemo incienso que compro en la tienda de la plaza de El Salvador, en Sevilla, que tiene un aroma especial". Y tanto, nada mejor que el aroma del Divino Salvador en la capilla de una plaza de toros.

No es el único detalle del celo y mimo, cariño en suma, que le pone José Manuel Castillo a la capilla donde reina la oración del torero: "de toda la vida hemos tenido flores frescas que siempre ha abonado el Ayuntamiento en tiempos de mi suegro, luego yo me hice cargo de ese gasto pero con la crisis y como están las cosas, el exorno es de flores artificiales de calidad". Eso no quita para que haya flores frescas: "las traemos cuando podemos".

Porque esta responsabilidad o cometido de José Manuel Castillo no está retribuido ni mucho menos: "todo lo contrario, me cuesta el dinero" lamenta el responsable del recinto pero está claro que por el no van a quedarse los toreros sin recogerse antes de la lidia para pedir a la Virgen del Carmen que nunca les falte un capote desde arriba.

Y a otras devociones: "en tiempo de mi suegro, Manuel Girón, en los años sesenta y setenta, donaron cuadros con sus devociones para colocarlos en la capilla toreros como José Luis Galloso, Manuel Benítez "El Cordobés" o Francisco Ruiz Miguel por ejemplo. Estando yo, hay cuadros donados por Enrique Ponce, Juan José Padilla, Morante de la Puebla...".

Añade el responsable de la capilla que también hay personas y entidades que han remitido cuadros, como hermandades y cofradías de El Puerto, o la señora del empresario Barrilaro que trajo los cuadros de la Macarena y el Gran Poder o, recientemente la Esperanza de Calasparra".

No está sola la capilla. Espera plegarias y ternos que brillen a la luz de las velas. Amen.

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