Conmemoración de la constitución de 1812 Segunda visita del rey Juan Carlos a la Plaza de Toros de El Puerto

Mucho calor y abanicos por doquier

  • Los curiosos que se acercaron durante la tarde de ayer a la plaza de toros, que fueron pocos, tuvieron que soportar las altas temperaturas hasta la llegada del Monarca

Sobre las cinco y cuarto de la tarde de ayer, la Real Plaza de Toros de El Puerto de Santa María comenzaba a vestirse para recibir la corrida del Bicentenario que tuvo por invitado de honor al rey Juan Carlos. Una corrida en la que el protagonista fue sin duda el calor sofocante que reinó durante todo el día. A la cita acudieron diversas personalidades del panorama político, social y empresarial, además de cientos de aficionados al mundo taurino.

Vallas, zonas acordonadas, puestos, curiosos y el despliegue policial fueron tomando las calles que rodean la plaza, que también estaban adornadas con banderas en algunos balcones.

A las seis y cuarto se abrieron las puertas y los primeros aficionados empezaron a ocupar sus localidades. Mientras, en la puerta grande se agolpaba la prensa, que tuvo que pasar un estricto control de acreditaciones y seguridad.

En los preparativos que rodearon el evento se controló el tráfico, de manera que no hubiera grandes alteraciones manteniendo, en la medida de lo posible, los horarios de los autobuses urbanos.

Enrique Moresco, alcalde de El Puerto, fue el primero en llegar en coche oficial. Tras él, los miembros de la Corporación portuense fueron llegando paulatinamente desde el edil de Cultura, Millán Alegre hasta el concejal de Comercio, Raúl Capdevila, entre otros. Puesto que el motivo de la corrida era la celebración del Bicentenario de La Pepa, se trataba también de una cita obligada para la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien llegó sola a la plaza. También acudió a la corrida José Loaiza, presidente de la Diputación Provincial gaditana, acompañado por Leocadia Benavente, edil de Economía en El Puerto. El parlamentario andaluz Antonio Sanz llegó acompañado por la también parlamentaria Mamen Pedemonte. Javier de Torre, subdelegado del Gobierno, saludó a su llegada al comisario de la Policía Nacional de El Puerto, Enrique Jiménez, el cual estuvo supervisando la seguridad personalmente hasta la llegada del Monarca. El almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, entró directamente a la plaza sin posar ante el objetivos de los fotógrafos.

A las 18:40 llegó don Juan Carlos, que fue recibido por una nube de periodistas además de los curiosos que se acercaron entre los que se encontraba un grupo de personas que protestaron con gritos como "España mañana será republicana". Cuestión de nervios o de escalones, don Juan Carlos se tambaleó levemente, salvando el desequilibrio con rapidez.

Entre las caras conocidas estuvieron presentes Tomás Terry y su hijo, así como Carmen Martínez Bordiú, quien aportó un toque de glamour y distinción al festejo en barrera. Igualmente, a la cita acudieron importantes figuras del mundo taurino como Álvaro Domecq y el torero José Luis Galloso. En el callejón se dejó ver Carlos Herrera, un gran aficionado a los toros.

Una vez dentro de la plaza, los abanicos eran el arma más preciada, pues combatir las temperaturas no fue tarea fácil durante la corrida. Las miradas estaban centradas en el Palco Real a la espera de que el monarca hiciera su entrada. Saludó al público que lo esperaba y sonó el himno nacional. Tras esto, los periodistas se retiraron del ruedo y dio comienzo la real Corrida del Bicentenario.

A pesar de que los curiosos no se dejaron ver en grandes cantidades a la llegada del Rey, sí que esperaban agolpados en las vallas para poder verle a la salida de la plaza, cuando las temperaturas eran más suaves.

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