Con estos espartos podemos hacer pocos cestos. Parece que lo del viernes, arranque del cartel de este Corpus 2008, sólo fuera un espejismo, pero confiemos en que la ilusión se mantenga y que la excepción -por decepción- sea la novillada de ayer.

Le tocaba presidir a Francisco Serrano y no creo que disfrutase como lo hizo ayer Ana Belén. A nadie le gusta tener que estar en el palco sin dar ni un mal premio a los actuantes, máxime cuando se trata de novilleros que tienen tantas esperanzas puestas en esta Feria. El problema no es que los novilleros que ayer componían el cartel no pusieran voluntad, es que los novillos eran de los que siembran al tendido de bostezos y de cáscaras de pipas. ¡Qué aburrimiento!

Esperemos que los seis avisos a los que se vio obligado el presidente no sean mal presagio.Un aviso no tiene la menor importancia, aunque sea bueno medir, si lo que se está alargando es una gran faena , pero esto no fue asi. Los actuantes hacían lo imposible por agradar, por justificar su paso por la Feria y por sacar agua de pozos sin fondo.

Ivo álvarez, en su primero, hizo más de lo que esperábamos de aquel novillo, que era casi nada. Sabedor de que el único pitón era el izquierdo, fundamentó su labor en tandas de naturales en los que la ligazón en numerosas ocasiones y su largura en otras dieron dignidad a su faena. Con el imposible quinto, tuvo la virtud de no alargar el aburrimiento.

Miguel Hidalgo demasiado hizo con no perder el ánimo. Muy voluntarioso toda la tarde, realizó dos faenas de arrojo, insistencia y momentos sueltos, pero buenos. No había para más, pero el granadino Hidalgo derrochó ganas a raudales.

El mejicano Oliver Godoy demostró que está toreado y que está firme ante la cara de los novillos, sobre todo en su primero, donde realizó una faena medida y bien conceptuada con la que logró dar vuelta al ruedo.