Serafín Marín. Matador de toros

"El año pasado, por estas fechas, pensé en la retirada"

  • Tras sus triunfos en Las Ventas, donde actuó tres tardes y cortó dos orejas, será apoderado en 2015 por el maestro José Antonio Campuzano

El diestro Serafín Marín (Montcada, 5 de mayo de 1983) inicia una nueva singladura de la mano del maestro José Antonio Campuzano. El torero catalán, quien el año pasado logró varios triunfos en la plaza de toros de Las Ventas, a la que califica como su "tabla de salvación", quiere ascender de nuevo a los puestos que ocupó en los comienzos de su carrera como matador de toros.

-¿Qué supone que José Antonio Campuzano se haya fijado en usted?

-A raíz de los triunfos en Madrid, el maestro vio mi proyección. Me conoce desde que él apoderaba a Castella. Yo toreé unas cincuenta corridas y la mitad fueron junto a Sebastián. Tras mi actuación en la Feria de Otoño se puso en contacto conmigo. Hablamos el mismo idioma. Me dijo que se refleja mi carrera en lo que había vivido él. Aunque con doce años de alternativa, soy un torero joven.

-¿En qué momento llega este respaldo?

-En un momento difícil. Por eso, en las plazas importantes hay que dar la cara. Yo, en 2011, no tenía nada y acabé con treinta corridas; y eso que por un percance perdí una decena. Si en plazas de primera logras el triunfo, se te abre el camino. Para eso hay que estar muy mentalizado.

-Luego, desde 2013, apenas toreó. ¿Pensó en arrojar la toalla, en retirarse?

-El año pasado, por estas fechas, sin apoderado, pensé en retirarme. Luego, decidí quemar mi último cartucho en Madrid. Me preparé como si fuera a torear sesenta corridas y salí de ahí.

-Cuando llegó el bajón, ¿cómo lo vivió?

-Es difícil. Tienes que tener una moral de hierro y creer en ti mismo. Por eso me vine a Sanlúcar la Mayor, donde entreno con toreros como Curro Robles, Agustín Marín, Santi Acevedo y Curro Javier.

-¿Qué ha aprendido en este periodo?

-Que en el toreo puedes dar la vuelta a la tortilla a tu situación.

-Cinco corridas en 2014, tres de ellas en Las Ventas...

-Tras un año sin vestirme de luces me la jugué en la de Miura. Anteriormente había toreado tres corridas de esta ganadería. Le di a un miura una docena de muletazos con la izquierda, con temple y seguridad. Luego en agosto, a un toro de Bañuelos, lo toreé muy bien al natural y corté una oreja. El público pidió las dos. Y en la Feria de Otoño volví a cortar otra a un toro de Adolfo Martín. Las otras dos corridas las toreé en Vinaroz, donde salí en hombros, y en Villadiego, donde mi lote no ayudó.

-¿Cuál es su objetivo para 2015?

-Quiero volver a subir peldaños poco a poco y salir de este agujerito, aunque sea toreando corridas duras. La empresa de Madrid me aseguró que estaré en San Isidro y, por supuesto, me gustaría volver a Sevilla, donde he toreado cinco tardes. Recuerdo con especial cariño mi presentación en 2004 y el toreo con el capote en otra actuación de 2005.

-Por último, ¿cree que volverán los Toros a Cataluña?

-Hay posibilidades. A ver qué dice el Tribunal Constitucional, que está tardando muchísimo en su decisión.

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