El matador de toros algecireño Salvador Barberán permanece ingresado en el hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) tras la cornada sufrida el domingo en Villacañas (Toledo) que le provocó la rotura del abductor y contusión de la femoral como consecuencia de una herida de 15 centímetros.

La primera noche en el hospital la pasó con muchos dolores y un poco de fiebre, según explicó él mismo. A pesar de ello, Barberán se encuentra muy animado y con ganas de comenzar con la rehabilitación para volver a los ruedos lo antes posible. "A partir de esta mañana (por ayer) he mejorado mucho hasta desaparecer la fiebre por completo. Los médicos dicen que el riego de la pierna ya se encuentra bien y que la evolución tras la operación está siendo positiva", apunta el algecireño.

En opinión de los galenos, el tiempo de recuperación del percance debe ser algo superior al mes, aunque según afirma el propio torero no quiere perder tiempo y comenzar lo antes posible la rehabilitación para acortar los plazos: "Ya voy a perder dos fechas en los próximos días, la primera de ellas la de este viernes en Cenicientos. Por eso, mi objetivo es estar recuperado para las fechas que tengo en la primera quincena de septiembre. Las cosas no están fáciles y las oportunidades son pocas, por lo que tengo que trabajar duro y no dejar escapar esas fechas y aprovechar mi buen momento", apostilló. "Ya he hablado con los médicos para que me den el alta lo antes posible".

Sobre el percance, Barberán señaló que fue un buen toro al que estaba consiguiendo cuajar. "Fue en ese momento en el que apuestas y tiras la moneda. Son esfuerzos que hay que hacer y si te tiene que coger un toro, lo mejor es que sea así", concluyó.