El matador de toros Paco Ureña fue cogido gravemente en la plaza de toros de Albacete en la corrida celebrada el viernes. Tras ser atendido en un primer momento en el callejón y posteriormente en la enfermería de la plaza, fue trasladado urgentemente al Hospital de la citada ciudad manchega donde le intervinieron en una operación del ojo izquierdo que duró hasta altas horas de la madrugada.

Pascual González Masegosa, jefe del equipo médico de la plaza de toros de Albacete, explica a este medio que "mis compañeros oftalmólogos han apreciado rotura del globo ocular y varias lesiones internas, por lo que se teme que pueda perder la visión del ojo. Ureña se encuentra estable dentro de la gravedad y ha pasado la noche tranquilo. Las lesiones comprometen la funcionalidad del ojo y hay que esperar, al menos dos días, para emitir un dictamen definitivo".

Paco Ureña recibió la cornada en una verónica en los lances de recibo al cuarto toro, un pitonazo en la base del ojo izquierdo. Los médicos le atendieron en un primer momento en el callejón y el murciano, en un gesto de vergüenza torera, se negó a entrar en la enfermería y volvió a continuación al ruedo con el ojo izquierdo hinchado, muy amoratado y sangrando hasta que se le cerró literalmente. Así continuó toreando en la faena de muleta. Pudo haber sido premiado, pero no entró la espada en el primer envite. La ovación que se llevó camino a la enfermería fue clamorosa antes de pasar a la enfermería.

Según el doctor González Masegosa, que se mantuviera en el ruedo, alargando el plazo de atención, "no fue determinante". El diestro se encuentra en observación y, según prescripción médica, no puede recibir visitas. El último parte facultativo recoge que se encuentra estable dentro de la gravedad tras ser intervenido quirúrgicamente en la madrugada de hoy por un traumatismo severo en el ojo izquierdo por lesiones graves en el globo ocular, que comprometen seriamente la visión y funcionalidad del mismo”.