Gran mañana de toreo la que se vivió en Olivenza (Badajoz), con los cuatro espadas actuantes a hombros por la Puerta Grande, tras repartirse un total de diez orejas, gracias, también, a la muy buena novillada que lidió la ganadería de El Freixo, propiedad de Julián López El Juli. Se lidiaron ocho novillos de El Freixo, bien presentados y de muy buen juego en conjunto. Destacó la bravura y la calidad de los dos primeros, del quinto, del séptimo y del octavo; la nobleza del cuarto y el fondo del sexto, ovacionados todos en el arrastre. El tercero, un punto bronco, el que menos se prestó.

Juan Luis Ambel, Posada de Maravillas, dos orejas y silencio. Ginés Marín, dos orejas y oreja tras aviso. Pablo Aguado, que debutaba con picadores, ovación y dos orejas. Juan Carlos Carballo, que debutaba con picadores, dos orejas tras aviso y oreja. La plaza tuvo tres cuartos de entrada en mañana soleada.

La emoción no tardó en hacerse presente en el coso de Olivenza con una muy buena primera faena de Posada de Maravillas, que reaparecía después de la gravísima lesión que sufrió en la mano el pasado 5 de julio en la Feria de San Fermín.

Ginés Marín, que hacía doblete y había triunfado el día anterior, aportó como virtudes quietud, mando y cadencia.

En cuanto al sevillano Pablo Aguado, faena de entrega en su primero y gran faena al séptimo, con temple, suavidad y personalidad.

Juan Carlos Carballo dio una buena imagen por su valor, ímpetu y firmeza en su primero y estuvo entregado en el sexto.