Toros

El Palacio del Toreo desafina

  • Los clarineros de la Maestranza han empezado la temporada como acabaron la anterior: cometiendo errores y siendo criticados por el público

Los clarineros de la tarde de ayer, ubicados sobre la puerta de toriles de la Real Maestranza de Caballería.

Los clarineros de la tarde de ayer, ubicados sobre la puerta de toriles de la Real Maestranza de Caballería. / Juan Carlos Muñoz

La pandemia no ha sentado bien a los clarineros de la Real Maestranza de Caballería. Ayer tuvieron otra mala tarde y volvieron a ser centro de las críticas del público, que lamentaba con murmullos sus fallos en los cambios de toro o de tercios. Esta situación, desgraciadamente, no es nueva. En la pasada Feria de San Miguel ya fue uno de los detalles negativos del ciclo, en el que los festejos taurinos volvieron al coso del barrio de El Arenal. Parecía que el letargo provocado por el coronavirus había hecho perder la práctica a los encargados de anunciar al resto de la plaza que pasamos del capote al tercio de varas o a los monosabios que el próximo toro está en camino.

La Empresa Pagés, encargada de gestionar la plaza de Sevilla, anunció la presente temporada con el lema El Palacio del Toreo. Las seis principales figuras de los carteles -Morante de la Puebla, Pablo Aguado, Juan Ortega, Roca Rey, El Juli y José María Manzanares- posaban en bellas y señoriales edificios de la ciudad. Una manera de equipara lugares como la Casa de las Dueñas, el Hospital de la Caridad y la Casa Salinas con el también imponente edificio taurino maestrante. El mimo con el que la institución nobiliaria y la empresa tratan cada detalle de lo referente a la temporada contrasta con este aspecto musical. El pasado año la música también fue objeto de debate. No por su interpretación, como es en esta ocasión, sino por el criterio de su director a la hora de elegir cuándo hacerla sonar o no durante las faenas. Aquella polémica parece olvidada y, ahora, las miradas se centran sobre la puerta de toriles. Y no porque el torilero haya vuelto a vestir de traje de chaqueta tras hacerlo de corto en 2021. Ni tampoco porque la afición esté pendiente del peso de los toros, aunque siempre es motivo de comentario si el astado no demuestra calidades. Lo hacen por las desafinaciones y descoordinación de los clarineros.

Fuentes de la propia empresa apuntan que son varios los que se van rotando en estos vigilados puestos musicales. Algo que haría compartir entre varios las críticas de los aficionados, que se sorprenden por la cantidad de bandas que existen en la provincia de Sevilla. Un ejemplo cercano es la pasada Semana Santa, en la que decenas de formaciones musicales han desplegado su buen hacer por las calles de la ciudad con todo tipo de composiciones. Curiosamente, el pasado año, para anunciar la Feria de San Miguel, Pagés utilizó a dos de ellos para un spot promocional bajo el lema Ganas de volver a la Maestranza. En él, la afinación y la sincronía está a la altura del grandioso evento que proclaman con sus instrumentos de viento.

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