Toros

Octavio Chacón: un año difícil en los ruedos y en los despachos

  • El torero de Prado del Rey ha superado las complicaciones de tres cambios de apoderamiento y cierra su temporada sumando un total de diez actuaciones

El matador de toros de Prado del Rey, Octavio Chacón, ha terminado una temporada, en la que se esperaba una transición para comenzar a ascender los peldaños del duro escalafón de matadores de toros y un año que no ha sido nada fácil.

El pasado sábado estuvo tentado en "La Huerta", la finca próxima a Naveros donde se crían los toros de "Corbacho Grande", una ganadería que no se le ha dado nada mal a Chacón. Además se encerró con un toro mostrando, una vez más, que se trata de un torero firme, serio, profesional y con cuajo, una vitola que se le apreció este verano en la plaza de toros de El Puerto, su más importante compromiso del año, aunque la suerte no estuvo de la mano del torero de la Sierra. En la misma finca, por la tarde, toreaba otro toro Miguel Tendero, reapareciendo tras sus lesiones.

La temporada 2009 ha sido complicada para Chacón y la ha rematado con menos festejos de los esperados. Seis corridas de toros, cuatro festivales y dos fechas perdidas por suspensión por lluvia: Ubrique, y Villacañas el pasado 17 de octubre. Ha sido un año complicado en el que ha contado con tres apoderamientos. Comenzó con la empresa "La Verónica", pero las cosas no cuajaban y en junio hubo un golpe de timón y el torero firmó con Pedro Solá y Victoriano Valencia hijo. Tampoco cuajó el equipo y salió Valencia entrando Francisco Javier Conesa. Ya la temporada estaba muy cerrada a esas alturas, alcanzando esas seis corridas de toros entre las que destacaron los triunfos con la ganadería de "Corbacho Grande" en Fresnedilla de Ávila donde sumó cuatro rejas y rabo, y en la localidad madrileña de Canencia de la Sierra, donde cortó dos y un rabo.

Del equipo acudieron, además de los apoderados, llos toreros Juan Gil y Vicente Garrido, y Cristóbal Sierra, que coordina y organiza los tentaderos de Octavio. Las perspectivas de la temporada que viene pasan por torear las primeras ferias, en enero y febrero, como Ajalvir, y estar preparado al máximo para meter la cabeza en Madrid con posibilidades de éxito. Ese es el reto para el 2010, ahora, entrenar a tope.

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