Toros

Muere Adrián Gómez, tetrapléjico desde 2008

  • El banderillero, que sufrió un gravísimo percance en la plaza de toros de Torrejón de Ardoz, fallece en el Hospital 12 de Octubre de Madrid tras un proceso de neumonía

El 23 de junio de 2008, un escueto teletipo de agencia hablaba sobre un percance gravísimo de un modesto banderillero, Adrián Gómez, quien a las órdenes de José Pedro Prados El Fundi, había caído en la plaza madrileña de Torrejón de Ardoz. El torero salía de un par de banderillas cuando el quinto astado lo lanzó por los aires y en la caída se estrelló de cabeza contra la arena. Tres días después, en una entrevista publicada por este diario, su jefe de cuadrilla anunciaba: "Los médicos nos han dicho que se quedará inválido".

Desgraciadamente, Adrián Gómez se quedó tetrapléjico. Tras una lucha de dos años y medio, ha fallecido a consecuencia de un proceso de neumonía en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. El banderillero, casado con Sandra, deja un hijo de tan sólo cuatro años de edad.

La última imagen que estremeció a todo el mundo taurino por su emotividad fue su reaparición el 1 de marzo de 2009 en el festival-homenaje a su beneficio, en el que Diego Ventura, Joselito, El Fundi, Enrique Ponce, El Juli, Morante y el novillero Cristian Escribano, se unieron en el Palacio Vistalegre de Madrid, con un llenazo hasta la bandera, para demostrarle el cariño que profesionales y aficionados sentían por este modesto banderillero, que se forjó como torero en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, junto a dos de las figuras citadas -Joselito y El Fundi-. Gómez no tuvo la misma suerte y continuó sintiéndose torero como banderillero hasta que aquel maldito percance lo partió y postergó a una silla de ruedas, sin posibilidad de movimiento alguno.

Desde que sufrió el percance, El Fundi, su jefe y amigo, le ha acompañado durante muchos días y ha seguido, como muy pocos, el día a día de su lenta recuperación, con una durísima rehabilitación en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde últimamente acudía tres veces por semana. Según El Fundi, "Adrián ya había conseguido mover algo su mano izquierda, pero todavía no podía mover los brazos ni las manos y se ha marchado con el dolor de no poder abrazar a su hijo, un niño de cuatro años, que tan sólo contaba dos cuando sucedió el accidente".

El Fundi, quien fue el promotor del citado festival, cuya recaudación sirvió para paliar necesidades económicas, continúa explicando: "Los últimos días han sido muy duros, pero también estaba esperanzado con los avances que había conseguido, al poder mover la mano derecha. Estaba obsesionado por poder dirigir su silla de ruedas con la mano, sin necesidad de hacerlo con la boca. Había días en que estaba muy bien de ánimo y era él quien me daba ánimos. Pero en otras ocasiones... En fin, ha sido terrible que un hombre tan joven, con un niño de cuatro años, nos deje. Descanse en paz".

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