Morante de la Puebla reaparecerá el sábado en la Goyesca que se celebrará en Ronda, donde lidiará en solitario astados de Juan Pedro. El diestro se probó el pasado lunes en la finca de Juan Pedro Domecq ante tres astados -un toro y un par de becerras- y superó positivamente el ensayo.

Su apoderado, Antonio Barrera, ha avanzado la noticia a través de su twitter: "tras probarse en el campo, y aunque sigue con su intensa rehabilitación, Morante reaparecerá el sábado en la Goyesca de Ronda".

El espada retornará casi un mes después del grave percance sufrido en Huesca, el 10 de agosto, en el que un toro de Gerardo Ortega le infirió una grave cornada en el muslo izquierdo, con tres trayectorias e importantes destrozos musculares, de la que no está totalmente recuperado.

De similar manera lo confirmó Rivera Ordóñez, organizador del evento, expresando su "grandísima satisfacción" por el retorno.

Morante ha intensificado su rehabilitación en los últimos días, en los que acudió como espectador a las plazas de Bilbao y Mérida, donde estaba anunciado. En Mérida, en festejo televisado, estaba prevista su actuación en mano a mano con Talavante, a quien alentó desde el callejón. El de La Puebla se muestra muy ilusionado ante uno de los retos de su carrera: torear en la Goyesca rondeña y en solitario, una prueba en toda regla tanto desde el punto de vista psíquico como físico.

Desde ahora y hasta el sábado, Morante intensificará su rehabilitación. El doctor Domingo Jiménez, quien cuida la herida y lesiones del torero, le practicó ayer una nueva cura. Según el cirujano, "desde el punto de vista médico, la herida está bien. Le veo con unas ganas de triunfar enormes. Y puede estar en su punto".

En cuanto a la rehabilitación, el doctor está en contacto con el fisioterapeuta José Antonio Salas, quien ha conseguido que la pierna izquierda del torero tenga nuevamente el tono muscular adecuado. Ha empleado un tratamiento basado en ozono, magnetoterapia y ondas de choque, que impiden que se formen cúmulos de tendón, músculo y piel como suele ocurrir después de una cornada, para que la zona no quede endurecida y el torero no arrastre secuela alguna de por vida. Para fortalecer la musculatura ha empleado electroterapia".