Toros

Miguel Ángel León, una tarde fría con un final feliz El rejoneador Andy Cartagena suma su sexta Puerta Grande en Las Ventas

  • La apertura del abono de feria tuvo poca afluencia de público · De los novilleros, la voluntad lo más destacable

Ayer comenzó a rodar el abono taurino del presente Corpus con una novillada sin picadores y unos novillos de Santiago Domecq que sobre el papel eran de garantía. La tarde fue desapacible, el viento frío y la lluvia aparecieron en el coso granadino. Para colmo, salvando la voluntad de los actuantes todo había sido muy con cuentagotas, ya sólo faltaba un novillo y varios aficionados habían abandonado el tendido por el tiempo unos y por la falta de emociones, el resto.

Pero salió el sexto y Miguel Ángel León. El sevillano, desde el primer lance con el capote hizo valer su toreo. Fijó la atención del público con unas verónicas torerísimas y demostró que también los novilleros pueden tener sitio y oficio. Su toreo firme, templado y con fases muy artísticas, no exentas de valor, hicieron que su faena calara en el tendido. Salió a hombros. Se escucharon tres avisos signo inequívoco de que hay que medir un poco más las faenas. Es lógico que la ambición de los chavales atropelle a veces la razón, y que quieran exprimir sus, a menudo, escasas oportunidades.

López Zurita no se acopló demasiado aunque tuvo algún lance de buen corte, sobre todo, por el pitón izquierdo. Garza Gaona, se nota toreado y con el oficio aprendido en una faena reposada y con estructura. Javier Ortiz toreó con gusto y midió bien los tiempos, pero el manso tercero se rajó pronto. "El Alvareño" con su portagayola, largas cambiadas y decisión sin límite reivindicó sus ganas pero las numerosas cogidas evidenciaron que le falta sitio. Romero Hernández tuvo disposición con el capote y banderillas y pese a que algún lance tuvo criterio, le faltó firmeza.

El rejoneador Andy Cartagena cortó dos orejas en el último festejo de la feria del Aniversario de Madrid y salió a hombros de la plaza de Las Ventas mientras que su compañero Sergio Galán rozó el mismo premio.

Una oreja pudo cortar Andy Cartagena ya de su primero, un animal con fijeza pero que tuvo las fuerzas muy justas. El de Benidorm tuvo que poner todo de su parte para llegar a los tendidos, algo que consiguió a lomos de Magno y sobre todo de Pericalvo con banderillas, así como los recursos de cara a la galería. Sin embargo, el rejón cayó muy bajo y aunque resultó certero, hizo que la gente se enfriara.

Sí que paseó las dos orejas del quinto, un toro complicado y con poca entrega con el que el de Benidorm firmó un trasteo de mucha entrega, poniendo toda la raza que le faltaba al animal. Un toro de Luis Terrón muy distraído de salida, al que sólo le colocó un rejón de castigo para evitar que se rajara. A partir de ahí, desplegó toda su artillería con sus caballos Bisbal, Maravilla y Júpiter. Tras un primer pinchazo, dejó un certero rejonazo.

Por su parte, Antonio Domecq estuvo aseado con el toro que abrió plaza, un animal de Luis Terrón con condición de manso y de poca transmisión, a la par que manejable. Domecq no estuvo acertado con los rejones de castigo si bien luego en banderillas supo lidiar al animal, clavando al sesgo y sacando al toro de las tablas. Falló con el rejón de muerte y tuvo que hacer uso del descabello.

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