Toros

Manuel Escribano mejora de sus traumatismos y sale de la UCI

  • El torero pasa a planta y ya ha empezado a comer sólido, aunque bajo un intenso control médico

El torero Manuel Escribano, que el pasado sábado sufrió un grave percance en Sotillo de la Adrada que le produjo la rotura de la vena ilíaca, abandonó ayer la UCI del hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y ya descansa en una habitación de planta de este centro clínico madrileño.

Así lo confirmó uno de sus hombres de confianza, Manolo Campuzano, quien informó de que que el torero de Gerena ya ha empezado a "comer sólido" y a incorporarse de la cama "poco a poco".

Escribano se encuentra "más animado" al ver cómo todo va evolucionando según lo previsto: "El traumatismo va remitiendo, el riego sanguíneo es bueno y sus constantes vitales también", aseguró Campuzano.

Por este motivo, los doctores, en función de como haya pasado la noche, podrán precisar hoy algo más los plazos de ingreso, recuperación y vuelta a los ruedos.

Escribano resultó cogido el pasado sábado al tratar de colocar un par al quiebro. El toro le apretó hacia dentro prendiéndole a la altura del abdomen y empotrándole contra las tablas.

Rápidamente, fue evacuado al hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, donde, tras varias pruebas, vieron que se había formado un importante hematoma en el abdomen, y fue operado de urgencia. Una vez en la mesa de operación se descubrió que tenía una fuerte hemorragia interna por la rotura completa de la vena ilíaca, lo que supuso un duro trabajo quirúrgico en el que tuvieron que hacer una transfusión de cuatro litros de sangre.

Desde entonces ha estado en observación en la UCI hasta que ayer los galenos han optado por subirle a planta, donde sigue bajo un intenso control médico para que no surjan contratiempos, los que más preocupan, la aparición de trombos.

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