La tercera sesión y última del ciclo Lecciones Magistrales, desarrolló una atractiva tertulia bajo el lema La Recompensa a la Constancia en la que los jóvenes diestros “desnudaron su toreo y los temas de actualidad con un verbo fácil, transparente y natural” ante un Salón de Carteles de la Real Maestranza lleno de aficionados.

Juan Ortega y David de Miranda establecieron una verdadera lección magistral de tauromaquia y filosofía vitalista. Juan Ortega, entre otras cosas, afirmó: “El parón tras la alternativa fue inesperado y experimenté la dureza que significaría ser torero. Todo ese tiempo me sirvió para madurar”. Y David de Miranda señaló: “Me recuperé del grave percance de Toro (Zamora) a base de mucha constancia, de un sacrificio infinito. La paciencia y vocación de ser torero salvaron al hombre. Es un milagro que pueda caminar”.