Toros

El Juli triunfa una vez más como ganadero en Olivenza

  • Puerta grande para el cuarteto de Posada de Maravillas, Ginés Marín, Pablo Aguado y Juan Carlos Carballo, con los de El Freixo

Gran mañana de toreo ayer en Olivenza (Badajoz), con los cuatro espadas actuantes a hombros gracias, también, a la muy buena novillada que lidió la ganadería de El Freixo, propiedad de El Juli.

Ocho novillos bien presentados y de muy buen juego en conjunto. Ovacionados todos en el arrastre. El tercero, un punto bronco, el que menos se prestó.

Posada de Maravillas, dos orejas y silencio. Ginés Marín, dos orejas y oreja con aviso. Pablo Aguado, que debutaba con picadores, ovación y dos orejas. Juan Carlos Carballo, que debutaba con picadores, dos orejas tras aviso y oreja. Tres cuartos.

Muy buena primera faena de Posada, que reaparecía tras la gravísima lesión que sufrió en la mano en Sanfermines, con un novillo extraordinario por calidad y hondura en la embestida y duración, lo que aprovechó Posada para diseñar una labor de notable expresión y personalidad por ambos pitones. Dos orejas.

El quinto tuvo también buena condición, pero aquí Posada anduvo un tanto embarullado.

El primero de Ginés Marín tuvo las virtudes del temple y la profundidad en sus acometidas. Faena de altas cotas artísticas por la quietud, el mando y la cadencia con la que hizo el toreo. Otras dos orejas.

Con quietud y del valor argumentó Marín la faena al sexto, otro buen novillo al que toreó con mucho aplomo y seguridad, gusto y parsimonia sobre las dos manos. Muy buenos los naturales.

A Aguado se le vio con muchas ganas pero con las lagunas del que empieza en su primero. Faena basada en la entrega ante un astado que se prestó menos. Sorprendió con el séptimo, al que cuajó una gran faena de temple, suavidad, personalidad y sabor en la interpretación. Dos orejas.

Carballo con su noble primero anduvo afanoso. Dio una buena imagen por valor, ímpetu y firmeza. Dos orejas y debut soñado.

Con elúltimo se volvió a ver un Carballo entregadísimo en faena tesonera ante otro bravo novillo. Le faltó contundencia a espadas pero logró otra oreja más.

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