GANADERÍA: Se lidiaron cinco toros pertenecientes a la ganadería de Ordaz y un sobrero marcado con el hierro de Villacarmela (quinto bis), bien presentados y de juego desigual. TOREROS: Juan Bautista, ovación y palmas. Alberto Espinoza, silencio tras dos avisos y silencio. Fermín Rivera, silencio y palmas.

Repetía actuación Juan Bautista tras la buena impresión mostrada hace tan solo siete días en Insurgentes. El francés se topó con un toro complicado de Ordaz que abrió plaza; según apunta el portal taurino suertematador.com.

El diestro de Arles anduvo decoroso y esforzado frente a su oponente, que en ningún momento se empleó dificultando de esta manera las posibilidades de éxito de Bautista. Tanto una serie de muletazos sueltos como los remates finales fueron lo más destacado de la actuación del francés. El cuarto fue un toro noble aunque falto de transmisión, de ahí que la faena no llegara a prender. El francés dibujó algún derechazo de bello trazo pero la faena no caló en el tendido de Insurgentes. Mató de estocada entera.

Alberto Espinoza realizó un importante esfuerzo con el que salió en segundo lugar. El de Ordaz, de imponente cornamenta, tuvo escaso recorrido; aun así, Espinoza, a base de insistir y de tirar del toro, extrajo muletazos de gran mérito y valor. En las postrimerías de su faena resultó volteado de fea manera aunque sin consecuencias. Tras fallar con los aceros su labor fue silenciada. El quinto fue devuelto tras partirse un pitón. En su lugar salió un ejemplar de Villacarmela, de astifinas defensas. Espinoza hizo alarde de su valentía en otra sorprendente faena por su exposición que no terminó de romper.

El tercero siguió en la línea de los anteriores. Fermín Rivera anduvo fácil, extrayendo muletazos pero sin hilvanar faena ante un toro de escaso fuelle y recorrido.