Toros

Escribano y Luque se citan en Zahariche

Mediodía en Zahariche, en el término de Lora del Río, la finca de la ganadería que evitan las figuras actuales: Miura.

Manuel Escribano llega el primero y saluda a los anfitriones: Eduardo y Antonio Miura. Más tarde, Daniel Luque. Manifestaciones centradas en su mano a mano del próximo Domingo de Resurrección y que dirimirán Escribano -triunfador de la pasada Feria de Abril- y Luque -quien se estrena con el hierro miureño-, en el ruedo de la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla.

"¿Vamos a ver la corrida que vais a lidiar?"; se escucha a Eduardo Miura. Escribano sonríe. Luque asiente. En un cerrado, un encierro en el tipo de la casa, con toros altos, finos, agalgados, con mucha leña y de variada pinta: distintos cárdenos y negros y un sardo.

Manifestaciones de los diestros, los ganaderos y el empresario Ramón Valencia, con las reses de fondo y a escasos días de que dos gerenenses, Escribano y Luque, vestidos de luces, luchen por brillar en el dorado albero de la Maestranza. Comienza la cuenta atrás para el comienzo de la temporada y en esta singular vigilia donde el miedo hace más largos los días y las noches para los protagonistas, esta cita delante de los toros que estoquearán incrementan sus inquietudes y angustias; aunque los toreros, de por sí optimistas, se muestran sonrientes. Hay gestos, muchos gestos, a lo largo del recorrido de ambos diestros antes y después a esa visita en el hábitat de los miuras a los que se enfrentarán. Luque, en un momento determinado, abre los brazos y apunta con sus índices hacia afuera para hablar a su compañero de uno de los ejemplares, de enorme cuna y astifinas defensas.

Es inhabitual que los diestros, ya en plena temporada, acudan a las fincas para ver los toros que lidiarán. Manuel Escribano y Daniel Luque habían toreado en los últimos días, por separado, en la finca de Miura, varias vacas. Únicamente el primero había visto el encierro: "Vi la corrida el otro día con Antonio Miura y tengo que reconocer que hay tres o cuatro toros que me gustan mucho, que están muy en el tipo de la casa. La corrida está en el aire del año pasado y ojalá se parezcan en algo cuando salgan a la plaza". Por su parte, Luque determina sobre el encierro tras visionarlo: "Hay toros que me gustan y que están en tipo. Ojalá que luego embistan y que la gente disfrute para que el comienzo de la temporada en Sevilla sea el que todos esperamos".

Antonio Miura explica cómo habían encajado el cambio de fecha para su corrida -habitualmente ha cerrado el ciclo ferial en los últimos años-: "Nos hubiera gustado más seguir como estábamos, pero entendemos las circunstancias que han obligado a la empresa a considerar este cambio y pasar la corrida al Domingo de Resurrección. No íbamos a poner pegas porque la relación con la empresa siempre ha sido muy buena". Su hermano Eduardo, sobre la selección de los toros, señala: "Lo hemos hecho igual que siempre, sin que lo del mano a mano haya influido para nada. Se ha hecho igual que todos los años". En este tema, el empresario Ramón Valencia, indica: "Ésta es una feria totalmente distinta y Miura va el Domingo de Resurrección porque así lo teníamos que hacer. Está justificado porque fue la ganadería triunfadora del año pasado y Manuel Escribano es triunfador de la feria. Salga lo que salga, el éxito está realizado desde el momento que se anuncia. Ellos pondrán todo de su parte y estoy convencido de que será una gran tarde".

Los protagonistas reflexionan sobre ese día D. Escribano afirma: "Es un mano a mano bonito y atractivo, un Domingo de Resurrección que tiene la novedad de ser la corrida de Miura y en un mano a mano con dos toreros de aquí". Y Luque, sobre la rivalidad, indica: "No me gusta decir lo que voy a hacer. Depende de cómo salga la corrida. Existe. Somos del mismo pueblo y somos amigos y compañeros, pero en la plaza cada uno va a lo suyo. Creo que de Sevilla vamos a salir beneficiados. También estoy deseando que llegue".

En cuanto a su preparación, los protagonistas de este choque difieren en sus planteamientos. Escribano asegura que "ésta corrida hay que tomársela igual que otra, la mentalización tiene que ser total"; mientras que para Luque, "la preparación ha aumentado. Tener esta corrida en mente te hace prepararte más y estar mentalizado".

Del comportamiento de los toros de Miura, Escribano nos señala: "Lo especial del toro de Miura es que es una incógnita. Nadie sabe lo que va a pasar. Suele cambiar veinte veces de comportamiento durante la lidia. Por eso crea tanta expectación". Por su parte, Luque, quien se estrenará de luces ante miuras el próximo Domingo de Resurrección, explica: "Todos los años vengo y me encanta la forma de embestir y el temple de las vacas, aunque es un animal que te exige mucho. Pero claro, otra cosa es la embestida del toro".

Sobre la expectación de este mano a mano, Luque explica: "Yo creo que va a ir mucha gente. El cartel y el día es clave para que vaya mucha gente".

Cuenta atrás para que Escribano y Luque, tras estas palabras, tomen capote, muleta y espada para la lidia de un encierro que, como sucede con el siempre temido hierro de Miura, supone una apuesta máxima.

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