El francés Thomas Dufau inauguró el casillero de la Feria de Pentecostés de Nimes. El galo realizó la labor más destacada al toro que cerró el festejo. Javier Castaño y Joselito Adame saludaron sendas ovaciones de un buen encierro de Alcurrucén. Dufau cortó la única oreja del primer festejo de la feria de Nimes tras realizar una labor entoncada del buen colaborador sexto. El francés estuvo a gusto con un toro de mucha calidad. El tercero fue muy encastado y con mucho temperamento. Llegó a la muleta con mucha movilidad y dejó entrever una labor del francés Thomas Dufau que al final no despegó porque era difícil atemperar las embestidas de un toro que transmitió mucha emoción en la plaza. Dufau siempre estuvo dispuesto. Aunque el quinto fue el más basto de hechuras, al final ha resultado el de más posibilidades de toda la tarde. El de Alcurrucén se deslizó sobre ambas manos de la muleta de Joselito Adame. El mexicano saludó una ovación tras una buena estocada. Adame fue silenciado en el segundo de la tarde. El de Alcurrucén se paró demasiado pronto y aunque el mexicano lo intentó por todos los medios, faltó desplazamiento y transmisión para dar relieve a su actuación. El cuarto salió mermado de un buen tercio de varas de Tito Sandoval. Le faltó vida aunque no clase y fondo en la muleta de Castaño. En el inicio, empujó con temple pero pronto desistió el de Alcurrucén. Castaño, con el primero, sin humillar pero que tuvo la virtud de desplazarse, con un buen pitón izquierdo, la faena no alcanzó cotas importantes. Lo mejor fue la estocada que le permitió saludar una ovación. Con un tercio de entrada, se lidiaron toros de Alcurrucén. Javier Castaño, ovación y silencio; Joselito Adame, silencio y ovación; y Thomas Duffau, silencio y oreja.