Toros

Concha y Sierra, hacia la reconquista de su leyenda

  • José Luis García-Palacios diserta en la Maestranza sobre la historia de su legendaria ganadería y su actual despegue

Dentro de las Lecciones magistrales, que organiza Aula Taurina y se celebran en la Real Maestranza, el ganadero José Luis García-Palacios profundizó ayer en varios aspectos de su ganadería, Concha y Sierra, en un acto moderado por José Luis López, que presentó Miguel Serrano.

José Luis García-Palacios realizó un amplio repaso de una de las ganaderías míticas del campo bravo español, que "junto a Miura, son de las dos vacadas con mayor pureza genética". Además, profundizó en varios apuntes históricos, como la faena de Belmonte con un conchaysierra, que marcó un nuevo paso en el toreo moderno o la muerte por un astado de este hierro del diestro sevillano Pascual Márquez.

El criador de reses bravas explicó que la ganadería llegó a su familia "hace 17 años. Mi padre, un amante del campo y de la ganadería, se la compró a Litri y lo primero que nos dijo a mi hermano y a mí es que 'vais a trabajar con un pedazo de historia de la tauromaquia". De esta manera, José Luis quedó como representante de esta divisa y su hermano Guillermo, de la de Albarreal. A partir de ese momento, comenzó un proceso de selección riguroso, en el que "de 247 vacas y 9 sementales, desechamos en el primer tentadero 97, porque procedían de un semental de Conde la Corte. Y otras 40 más porque no estaban en el fenotipo". Con los sementales, "de los 9 que teníamos, 6 fueron al matadero". Uno de ellos, Chivito, supuso "el punto de inflexión para conseguir más sementales y descendencia con un 85 por ciento de comportamiento homogéneo". Según el ganadero, con ese proceso, "hemos buscado un toro bajo, de manos cortas, recto de lomo, bien hecho".

El ganadero relató que, tras esos primeros compases de formación, "hemos evolucionado e intentado meter la cabeza en las ferias". El objetivo es complicado, porque los míticos toros de Concha y Sierra, conocidos por su nobleza, su preciosa lámina y su variada pinta -burracos, salineros, ensabanados...-, "llevan casi 40 años fuera de las principales ferias", según su propias palabras.

García-Palacios desveló que su objetivo es lograr un toro "con nobleza, con fuerza, que dure y se recupere del castigo". Todo ello para volver a lidiar en las grandes plazas. El ganadero apuntó que "este año lidiaré una novillada en Zaragoza. Sería perfecta para Sevilla. Creo que Concha y Sierra no lidia en la Maestranza desde los años 60. Por respeto a Sevilla vendré cuando tenga una seguridad mínima".

Entre las novedades de estos toros, que pastan en tierras onubenses, "en la finca El Campillo, de orografía suave", se encuentra la protección de sus pitones por fundas. Según el ganadero, "este año las he puesto por primera vez. No es ideal. Resulta feo. Pero supone seguridad para evitar accidentes en el campo. Asegura un pitón intacto para la plaza". Una experiencia que ha puesto en liza, como otros ganaderos, en razón de la economía, ya que según José Luis García-Palacios, el precio del toro se sitúa, "en la mayoría de las plazas, por debajo del coste de producción".

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