Toros

Andy Cartagena abre la Puerta Grande en Madrid y a Diego Ventura se la cierra el palco

El foco de atención de la jornada taurina del sábado, sin duda, estaba puesto en Jerez de la Frontera, en la corrida en la que José Tomás volvía a torear en ruedos españoles tras dos años sin hacerlo. Pero con permiso del torero de Galapagar, en Madrid se vivió ayer una gran tarde de rejoneo cimentada en dos faenas sublimes, la de Cartagena al cuarto, que le valió el doble trofeo, y, sobre todo, la de Ventura al quinto, premiada con una sola oreja por culpa de un presidente cicatero que no supo o no quiso valorar en su justa medida una de las faenas más importantes del hispanoluso en Madrid.

Fue ésta una labor de raza, muy de verdad de Ventura, que, espoleado por el triunfo del compañero en el toro anterior, formó un auténtico lío con Sueño y sus vibrantes quiebros dejándose venir al toro de punta a punta, reculando con el equino y fintando en una perra gorda prácticamente en el encuentro. La plaza, un manicomio. Espectaculares fueron también las cabriolas y levantadas con Remate, con el que puso dos cortas al violín como perfecto corolario a una importantísima faena que tuvo el único borrón en el pinchazo previo al rejón definitivo, algo a lo que tuvo que agarrarse el usía para no concederle el doble trofeo. Un auténtico sinsentido.

Volvía Andy Cartagena a Madrid después de un año de ausencia y lo hizo para demostrar por enésima vez que es uno de los grandes del toreo a caballo, y eso que la gente no entró del todo en su primera faena, quizás por la frialdad de abrir plaza y finalmente porque tuvo también el lunar del fallo del rejón de muerte. Se le vio centrado a Cartagena .

Manzanares apechó con un lote que le obligó mucho por su falta de fijeza y manifiesta mansedumbre. Tampoco anduvo fino el jinete, que acusó el poco oficio en comparación con sus compañeros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios