TV-Comunicación

La tele se pone morada

  • Las ausencias matinales revelaron el impacto de la huelga

  • Los noticiarios de La Sexta por primera vez fueron conducidos por hombres

Ha sido la movilización más visible en la pantalla desde la huelga general de diciembre de 1988 (en aquel impacto sólo contábamos con TVE en el televisor y todo se fue a negro). Ha sido más evidente que la distorsionada huelga del "cecé-oó" de Urdaci. La televisión matinal se ha tambaleado de ausencias; en informativos y debates los hombres parecían a veces naufragar; y en la radio había bastantes enlatados para que se notaran las marchas femeninas.

El día morado ha sido un contundente grito de las mujeres a través del silencio, las sillas vacías o los espacios sustituidos. Ana Rosa Quintana lo pronunciaba en las redes: "Si las mujeres paramos, que se note" y el programa líder de la mañana, como en una jornada festiva, era suplido por el relleno de La Voz kids. En Espejo público Susanna Griso se iba a la manifestación de Madrid, donde la entrevistaban, y era Albert Castillón quien conducía un programa centrado en una huelga de inesperado golpe de efecto. En La 1 María Casado también se ausentaba y tras un Desayuno descafeinado aparecía Comando Actualidad y un Españoles en el mundo por La Puglia donde fornidos italianos parecían amedrentar a las cicerones. Tampoco estuvieron Anne Igartiburu y sus corazones, cambiando por un Viaje al centro de la tele donde, curiosamente, se rescataban imágenes sorprendentes para la reivindicativa jornada: un recital de Sabrina en la Barcelona de 1988, cantando el Boys, boys a un aullador auditorio austrolopiteco, y el viejo profesor Tierno Galván bailando un chotis con Miss Guinea Ecuatorial en bañador. Qué prehistoria.

Para resumir en una imagen por sí sola este plante femenino: el apagón en Canal Sur, en la hora del despertador y a las dos de la tarde. En el Canal Sur 2 los intérpretes de signos aparecían inmóviles ante la pantalla en negro. El ocho en forma de lazo de la mosca de la autonómica era a primera hora amarillo y naranja y, cosas de la evolución, al mediodía se tornaba a morado, el mismo color de la camisa del de Al rojo vivo, un Ferreras entre contertulios masculinos, como Javier Ruiz en Cuatro, con el iracundo Israel García-Juez. Las reflexiones masculinas se orientaban a resaltar el cambio educativo en los hombres, los mayores y los jóvenes, reconociendo que todavía hay camino por andar en muchas casas y empresas. En el debate matinal de Blanca Rodríguez en Canal Sur aparecía la decana de los periodistas andaluces, Eva Navarrete, y las sindicalistas de Igualdad de UGT y de CCOO en ese empoderamiento femenino de un lluvioso día de marzo.

Desde primera hora las periodistas subrayaban su ausencia, como en el despertador informativo de Antena 3, que se extendió hasta las 9 y Sandra Golpe era relevada a las tres por Javier Gallego Regalado. La presencia masculina era más 'aparatosa' en los informativos de La Sexta, que durante doce años sólo han estado conducidos por mujeres. Hilario Pino conducía el de mediodía, José Yélamo el de la noche e Iñaki López timoneaba Más vale tarde. En Zapeando, sin sus contertulias de sonrisas y con una redacción a medias, sus cuatro participantes cariacontecidos se colocaban sus apellidos maternos (Mili Furriel, Frank Escudero). Entre sus sonoras ausencias, la de la regidora, así que el público aplaudía a voleo. En TVE Pilar García Muñiz estuvo al frente del Telediario 1 y Mara Torres en La 2, en servicios mínimos. Las ausencias estelares resaltaron el significado de este miércoles de la visibilidad.

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