TV-Comunicación

El tablero de 'Velvet'

  • La cuarta y última temporada de la ficción romántica de Antena 3 da un salto en el tiempo hasta los años 60

Velvet vuelve. Y vuelve a sus orígenes, a la historia de amor de Alberto Márquez y Ana Ribera. Todo ha cambiado en las galerías, son los años 60. La costurera que encarna la bella Paula Echevarría se ha convertido en la diseñadora española del momento y el que fuera heredero de la casa de modas más selecta de Madrid (Miguel Ángel Silvestre) desapareció, está dado por muerto, pero hay indicios de que está vivo, trabaja de nuevo en el gremio, en Nueva York, y también estaría dispuesto a luchar por su amor, por esa madre del hijo que lleva su nombre. La trama principal de la serie romántica de Antena 3 afronta un desenlace definitivo con el que se cerrará a su vez la propia serie para siempre. Velvet inicia esta noche su cuarta temporada, once episodios que rematarán la historia de la firma de la Gran Vía madrileña, rematando además cada una de sus historias secundarias, como el drama médico que vivirá Rita, que tiene dos vástagos a los que teme dejar huérfanos.

Antena 3 subraya que tras estos capítulos y tras 55 noches Velvet cerrará sus puertas. Una secuela o, quizá, el rescate de algunos personajes, no se descartarían en estos momentos, pero la productora Bambú ha cumplido con el encargo de dar una conclusión definitiva a cada una de las tramas. Un tablero, como el que se despliega en esta página, que juega sus últimas partidas en forma de final feliz, o no, según cada personaje. Para dar más juego a las once noches finales se suman nuevos intérpretes, como Aitor Luna, en la piel de un actor de moda, Humberto Santamaría, que se convierte en icono de las colecciones de Raúl de la Riva (Asier Etxeandía); o Petra Vargas, a cargo de Concha Velasco, primer amor de don Emilio (José Sacristán), que se reencuentra con su pasado tras haber vivido durante muchos años en Argentina. El tío de Ana, que hace de abuelo para el pequeño Alberto, deberá decidir entre Petra y doña Blanca (Aitana Sánchez-Gijón). Y también aparece Paula Prendes, otra de aquellas coprotagonistas de la antecesora de Velvet, Gran Hotel, que interpreta a una sofisticada francesa que conoce las claves del desaparecido empresario, para conocimiento de Cristina, que se repone de sus obsesiones.

Velvet se ambienta ahora en unos cinco años después de la tercera temporada y de la desaparición-falsa muerte de Alberto, en el entusiasmo de mediados de los años 60: España comienza a cambiar, a fortalecer su clase media y la moda se convierte en más asequible. De ahí que Ana Ribera, como diseñadora de éxito, se plantee abaratar los modelos de alta costura de Velvet para hacerlos más populares y al alcance de todos los clientes. El prêt-à-porter va a marcar esta andadura sesentera de las galerías, que siguen en pugna entre sus accionistas italianos y españoles, con Cristina Otegui (Manuela Velasco), de nuevo en la discordia junto a su hermano Enrique (Diego Martín). Marco Cafiero (Francesco Testi) se va a convertir en el gran obstáculo empresarial de Ana, mientras que Carlos (Peter Vives) va a ser siendo el gran obstáculo en el reecuentro de Ana y Alberto. Miguel Ángel Silvestre, uno de los protagonistas de Sense 8, en Netflix, dejó aparcada la serie de Atresmedia en la anterior etapa pero promete implicarse a fondo en la resolución de la romántica historia entre telas y negocios. El público, en su mayoría femenino, retoma esta ficción de alta costura.

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