TV-Comunicación

La sombra del Zoom

  • Charlie Hussey, una estrella de los años 70 con los programas de Lazarov, regresa de jurado en 'A bailar', en A-3.

Le dijeron que iba a hacer siete programas "nada más". Al final fueron cinco años con el grupo y cuarenta años en España. Lo provisional puede ser permanente y el británico Charlie Hussey dice que se siente "mucho más español que inglés". Con 18 años y su sonrisa siempre a cuestas, por muy complicados que fueron los estiramientos a los que le obligaba su coreógrafo, el célebre Don Lurio, Charlie surgió del Ballet Zoom y se llevó cinco Nocheviejas consecutivas animando todo éxito musical que se pusiera por delante. El inglés formaba parte junto a su hermana Naomi de aquel cuerpo de baile elegido por Lazarov para hacer un espectáculo teatral en Barcelona y que terminó recalando en la TVE del falso aperturismo de Arias Navarro con el Señoras y señoras, donde se dieron a conocer Ángela Carrasco y cuatro grandes iconos del destape: Blanca Estrada, Victoria Vera, Pilar Velázquez y María José Cantudo. Como si fuera una delantera.

Charlie no perdió el ritmo ni el tiempo. Ahora mismo dirige a las cheerleaders que animan al Real Madrid de baloncesto y tras trabajar durante años en Castilla La Mancha Televisión o Telemadrid sigue adelante con sus dos academias, donde también trabaja su hermana. Hace unos meses los de El intermedio tuvieron la ocurrencia de 'contraprogramar' a Will Smith, que estaba en El Hormiguero, con este bailarín que está unido a la memoria colectiva de los espectadores en blanco y negro. A él siempre se le distinguía perfectamente entre los pantalones de campana y hoy volverá a destacar como jurado de A bailar, el programa de parejas de Antena 3. "Todos los concursantes me han impresionado. Hay mucho trabajo a sus espaldas y se lo están tomando muy en serio. Me ha sorprendido incluso Santi Cañizares", relata con algo de guasa el coreógrafo sobre el programa que hoy se estrena.

Charlie comenzó con ocho años por lo que se preparó casi un decenio para ser profesional. "Ser bailarín no está al alcance de cualquiera pero esta es una profesión cuyo único secreto es trabajar muchísimo para rentabilizar el talento", resume. A sus 58 años, la mar de bien llevados, Hussey ya sólo dedica cuatro horas a la semana de enseñanza. Tiene que cuidar las rodillas, pero está muy encima de todo lo que se cuece en sus salas. Y si hay que seguir aprendiendo, toma el avión y acude a Londres y a Nueva York. "Aquí nunca terminas de saberlo todo", agrega, resaltando que fue el mencionado Don Lurio quien le exigía al máximo en aquellos trabajos para TVE. Lo que parecía fácil y de apariencia simpática, como un tanto improvisado, tenía muchas horas de preparación cuando el nuevo concepto de televisión de entretenimiento se estaba reescribiendo. Don Lurio falleció hace cinco años y Charlie recuerda que él y su esposa acudieron a verlo para despedirse de una figura que fue fundamental en los espectáculos de Prado del Rey, cuando España se asomaba a Europa a través de los programas de TVE.

Para un trabajo que exige gran dedicación y una vocación muy temprana es normal que las parejas de A bailar tengan un reto bastante complicado en estos martes. Charlie, como jurado, va a ser duro, pero sin dejar su mensaje optimista que le ha caracterizado. A su lado están Carlos Baute y la gaditana Sara Baras: nadie va a comerse a los bailarines, pero no van a ser fáciles de convencer. "Para bailar hay que trabajar constantemente. No es sólo tener salero o dejarse llevar. El que no cumpla con los objetivos lo va a tener complicado", adelanta este inglés tan español como las coplas de su descubridora, Carmen Sevilla.

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