Allá donde va es el centro de las miradas y de los fotógrafos. Había expectación por saber si desbancaba a un consagrado como Matías Prats en los TP de 2010, pero no fue así. Sara Carbonero se mantuvo seria cuando el ganador le auguraba una prolongada carrera de éxitos "que no la iba a atajar ni su novio, Íker Casillas". Cuando surge el nombre del cancerbero a Sara se le cambia esa mirada que asombra cuando sale en pantalla.

-Se marcha de la gala sin premio ¿se siente decepcionada?

-No, en absoluto. Yo he venido a estar con mis compañeros y yo ya me siento feliz con la nominación. Para mí es un honor medirme con Matías Prats y con Ana Blanco. Con eso es suficiente porque estar entre los favoritos ya denota el cariño de los espectadores, del público. Habrá tiempo para ganar premios. Yo ya he ganado galardones por mi profesión, pero aún me quedan muchas cosas por hacer.

-2010 fue un año tan apasionante como complicado...

-Estar en esta gala significa que a lo largo de 2010 hemos estado en muchos sitios y hemos trabajado mucho. La nominación sólo ha sido una consecuencia de todo el trabajo que hemos afrontado.

-¿Qué siente al notar la repercusión que produce usted?

-Estoy viviendo un buen momento y sólo me puedo sentir feliz y agradecida con quienes me siguen. En lo profesional siento una alegría muy grande y en lo personal se queda para mí.

-¿Está harta de que muchos limiten su trabajo a una relación sentimental?

-En resumen, no me gusta que vinculen mi vida privada a la profesional.