TV-Comunicación

Ocho razones para imitarles

  • 'Tu cara me suena' llega hoy a su quinta final con Blas Cantó y Rosa López como favoritos

  • La gala en Antena 3 será de nuevo en directo

Los participantes de la quinta edición de 'Tu cara me suena', que alcanza hoy su final. Los finalistas son Blas Cantó, Beatriz Luengo, Rosa, Canco y Lorena Gómez.

Los participantes de la quinta edición de 'Tu cara me suena', que alcanza hoy su final. Los finalistas son Blas Cantó, Beatriz Luengo, Rosa, Canco y Lorena Gómez. / atresmedia

Ha sido líder todos los viernes, en una franja levantada por Antena 3 con este Tu cara me suena, el formato español más exportado de la historia, que alcanza hoy la final de su quinta edición que se disputan Blas Cantó, el mejor de todas estas semanas, y Rosa López, la favorita de los votantes de casa, que son los que tienen la palabra. Lorena Gómez, Beatriz Luengo y Canco Rodríguez forman el conjunto de finalistas. Pase lo que pase, el formato de Gestumusic ha vuelto a triunfar. He aquí sus ocho claves.

1. Es el del siglo XXI. Tu cara me suena es el programa favorito de Chicho Ibáñez Serrador, como ha reconocido el admirado realizador. Es capaz de reunir a toda la familia en la también noche familiar de los viernes y conjuga humor, espectáculo y sorpresa. Hasta el jurado tiene pinta de unos tacañones actualizados.

2. Todo es calculadamente espontáneo. Incluso en una gala en directo como hoy, en Tu cara me suena no se deja nada a la imprevisión (que no a la improvisación, que siempre es bienvenida). Además de los números artísticos, preparados al milímetro en su puesta en escena (baile, atrezo o ambientación en las pantallas) se planean casi todos los gags del jurado y de los concursantes en el sofá. Sí, también puede saltar la chispa de Yolanda Ramos.

3. El público colabora. Los asistentes ya no son seres aplaudidores y pasivos. El público es un personaje más del concurso. Además de votar en las galas grabadas siempre está dispuesto a acompasar a los cantantes, a reír, a provocar, a animar. Antes de cada gala uno de los regidores, Mateo, se encarga de 'calentar' el ambiente. Es Imprescindible.

4. Manel Fuentes es el anfitrión idóneo. Podrá caer mejor o peor, pero el presentador ha añadido su estilo al programa, congeniando con concursantes y jurado. Su guión siempre reserva una última llamada cómica que abre cada actuación. Y siempre está dispuesto a encajar lo que ocurra.

5. Todo está conectado. Para un programa que dura más de tres horas y una grabación que se reparte en dos días, el engranaje no puede chirriar ni oxidarse. El ritmo es constante en el escenario. El trabajo con previsión en montaje o peluquería es fundamental para que nada retrase o interrumpa un formato que exige un ánimo vivo, aunque se edite cuando se graba.

6. Son historias de superación. Como un buen talent (que lo es, además), cada concursante tiene el reto cada semana de hacer algo nuevo ante la audiencia. El esfuerzo de cada participante se examina y se confirma ante el público. Junto al talento han de unirse las ganas de superarse. Esther Arroyo ha sido en esta edición el mejor ejemplo. El programa es un magnífico escaparate. Casi todos los que han pasado se han revalorizado para otros proyectos.

7. Un jurado que no pierde los papeles. Como en cualquier talent los examinadores apelan a la exigencia pero el juicio va acompañando el tono desenfadado del programa. Se puede ayudar al espectador a valorar el trabajo del concursante (como hacen Llácer o Carlos Latre) sin renunciar a la broma.

8. Es un formato para todo el planeta. Gestmusic saca partido a su plató favorito, el de OT, donde se produce el concurso que ha reportado una nueva exportación masiva. En España se ha ido puliendo un programa que se ha trasladado sin apenas cambios a decenas de países. Un logro para la producción made in Spain.

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