A sus 76 años tiene el espíritu joven intacto como para seguir al frente de nuevos proyectos en el cine o embarcarse en la aventura de un canal de televisión internacional, Sundance Channel, con las esencias de su combativo festival cinematográfico, Sundance. Robert Redford (Los Ángeles, 1936) estuvo recientemente en nuestro país. Atendió a este periódico a través de una entrevista virtual.

-Sundance Channel ha comenzado a funcionar en algunas plataformas de pago en España ¿Cómo definiría a esta cadena que usted encabeza?

-La cadena tiene un objetivo similar al del Instituto Sundance, promotor del Festival de Cine de Sundance, la de generar oportunidades a nuevos artistas y a nuevas voces. Damos oportunidad a las tendencias que son más independientes, dando así más posibilidades de creación a quienes no las tendrían de otra forma. Esa es la misión del Festival de Sundance, que como sólo dura diez días, y donde no cabe toda la programación que a nosotros, y en especial a mí, nos gustaría ofrecer, decidimos llevarla a un público más amplio, y durante todo el año, y así surgió Sundance Channel. Tras comenzar en Estados Unidos decidimos extenderlo a otros países, como España.

-Y usted está vinculado a nuestro país y conoce además muy bien Andalucía...

-Tengo muchos vínculos con España. Me gusta mucho. La primera vez que estuve ahí tenía 19 años y quería ser pintor. Estuve viviendo en Mallorca, en Can Pastilla, y unos años después volví, a mediados de los 60, con mi familia a Puerto de Alcudia. También tiempo después, cuando no tenía aún muy clara mi carrera en el mundo de la interpretación, me quedé a vivir durante un año en Málaga. Estuve en Málaga, en Fuengirola y después en Mijas. En Mijas estuve viviendo algo más de medio año y fue una localidad fascinante. Debo volver. Tengo un sentimiento muy fuerte hacia España y siempre estoy feliz por acercarme a un país que siempre siento muy cercano.

-Compañeros suyos como Dustin Hoffman, Kevin Costner, Meryl Streep o Glenn Close han trabajado en series en estos años ¿Se anima a participar en una serie?

-Yo también soy de los que opina que en la televisión se está produciendo más talento que en el cine, y que en estos momentos es un medio mucho más sano. El cine principal está teniendo una visión más limitado: se centra en los efectos especiales y en películas muy caras. Con ese dinero se está tratando de crear imágenes muy poderosas y entretenidas, lo cual está muy bien, pero cuando se trata de contar historias creo que obtenemos más satisfacción en el cine y en la televisión independientes. Son dos tipos de canales que se unen muy bien entre sí. Por eso decidí crear Sundance Channel, porque creo en ambos canales de creación y gracias a la televisión puedes llegar a más público y atraerlo, y también para que más gente pueda tener opciones distintas.

-¿Y no se atreve a participar en un proyecto personal en la televisión?

-Yo empecé a hacer teatro en Nueva York y de ahí pasé a hacer televisión. Sé lo que es trabajar en un plató, pero entonces se retransmitían los dramáticos en directo. Estuve tres años en televisión y después me pasé al cine. En ese momento el objetivo de los actores era el cine como meta máxima. La pantalla grande era muy atractiva. También entonces había más tiempo para preparar las películas, era una experiencia nueva para mí y ya me he quedado en el cine. Pero no he rodado tantas películas como otros actores, que han hecho varios trabajos cada año. Mi carrera ha sido más espaciada y por eso he podido permanecer con más comodidad sólo en el cine, sin tener que recurrir a la televisión

-Pero si pudiera elegir, ¿qué le gustaría hacer en televisión, como actor o director?

-Si pudiera elegir no sabría por dónde empezar. Hay muchas cosas que me gustan en la televisión. Me quedaría con producciones que se hacen directamente desde la casa de Sundance Channel que es la cadena AMC. Me decantaría por series como Infierno sobre ruedas o Mad Men. Trabajar en una serie como Mad Men sería fantástico.

-Ante la repercusión que tiene el Instituto Sundance ¿Cuál diría que es su proyecto más importante?

-Diría que mi propia familia y mi carrera profesional como algo global, porque me costó enfilarla como yo quería. Lo más importante para mí es tener independencia y libertad para hacer lo que me gusta. Es lo único que me mueve.

-¿Cree que en este tiempo de crisis, de tantos soportes y problemas de financiación, Sundance y Sundance Channel pueden tener una influencia real en la industria audiovisual?

-Sundance siempre ha sido un proyecto de riesgo, porque nunca sabes cómo va a reaccionar, y en qué medida, el público. Yo asumí todo el proyecto de Sundance más bien como un compromiso y la influencia hay que observarla largo plazo. En Sundance Channel no sólo ofrecemos películas de nuestro festival, sino todo lo que creemos interesante para nuestros espectadores, incluyendo Mad Men, por ejemplo. Para mí es muy satisfactorio tener un canal como este. -Durante el pasado año rodó una película en México que está narrada con un solo personaje, un hombre enfrentado al mar ¿Es una excentricidad?

-Es una excentricidad que asumo con valentía. Por eso he llevado adelante este proyecto. La película se llama All is Lost y es la historia de un hombre que navega en solitario por el mundo y se pierde en una tormenta en el Océano Índico. La película narra de manera minuciosa todo lo que hace por sobrevivir y es muy interesante porque además es una película sin diálogo. All is Lost se presentará en el próximo Festival de Cannes y no sabemos cuándo se estrenará. Se rodó en el mismo lugar que Titanic para poder crear todo ese efecto de tormentas, de grandes olas. Ha sido tan difícil como cualquier otra película con muchos actores. Esa dificultad con un solo intérprete también me apasionaba.

-Por su compromiso social ¿sería capaz todavía de entrar en la política?

-No, nunca. Entrar en la política sería algo limitado, no podría hacer todo lo que me gustaría. Eso se observa entre los políticos de mi país. Es un clima de trabajo intolerante y no podría hacer cosas.