Entrevista a Itsaso Arana

"Un periodista deportivo nos dijo que el guion de 'Reyes de la noche' no estaba tan loco"

  • La actriz navarra es en la serie de Movistar + Marga Laforet, personaje inspirado en Gemma Nierga, con quien habló para preparar su personaje

Miki Esparbé e Itsaso Arana, Jota y Marga en 'Reyes de la noche'

Miki Esparbé e Itsaso Arana, Jota y Marga en 'Reyes de la noche'

Reyes de la noche es una de las series españolas que ha destacado en esta temporada. Recrea el ambiente y las historias de egos en la radio de los años 80 y 90, inspirada en el duelo entre José María García, en Antena 3 Radio y Cope, y José Ramón de la Morena, en la SER. La navarra Itsaso Arana (Dime quién soy, Vergüenza) es Marga, trasunto de Gemma Nierga, quien con Hablar por hablar iba tras El Larguero. Reyes de la noche es una producción propia de Movistar +, a cargo de Zeta Estudios, y creada por Adolfo Valor y Cristóbal Garrido.

Aquí está el vídeo de la entrevista de Francisco Andrés Gallardo con Itsaso Arana.

 

–¿Diría usted que Marga Laforet es una superviviente en un mundo ‘testosterónico’?

–Es una auténtica superviviente. Yo diría que respira bajo el agua.

–¿Llegó hablar con la propia Gemma Nierga?

–Tuve la suerte de que un amigo común, Luis Alegre, me puso en contacto con Gemma Nierga. Me estuvo hablando de sus primeros años en Hablar por hablar. Y cómo lo vivía ella siendo tan jovencita. Era un formato que lo inventó ella. Tuvo su pelea, porque estaba recién licenciada en Periodismo y tenía una idea más elevada de su trabajo que ser la Elena Francis de los 90. No quería tener un consultorio de noche, sino lo que quería era contar noticias. No confiaba en el programa. Mi personaje también está peleado con su propio papel.

–¿Qué premisas trazó para imaginar cómo era la posición de Marga en una España poco antes del 92, en su ‘adolescencia’ como democracia?

–Gemma me contaba esa sensación de lo que eran aquellas reuniones rodeada de hombres y ella muy joven, con veintipocos años, teniendo que alzar la voz. En un mundo donde hay mucho ego y mucha voz, el poder era la materialización de la voz y en esa época, con un sexismo mucho mayor.

–¿Cómo observa que era aquella España?

–Un periodista deportivo de hoy nos dijo que el guion de Reyes de la noche no estaba tan loco, que realmente había unos egos enormes, con mucha selva y mucho tiburón. Con unas estrellas con mucho poder, aunque en la serie todo está exacerbado por el humor.

"No era sólo tener publicidad sino qué tipo de publicidad. Qué curioso que Marga tenga publicitar lencería. Cada noche tengo encima a miles de salidos"

–¿Aprendió los detalles de la radio de entonces?

–Queríamos saber más de la idiosincrasia de los gestos. Lo bonito de la serie no sólo cuenta lo que oía el oyente sino lo que realmente pasaba frente a lo que se decía. Es lo que jugamos con Marga, tan seductora, tan disponible, pero ella sufre con su actitud.–Para estar en la radio por encima de los demás el poderío lo daban los patrocinadores...

–Y no sólo tener publicidad sino qué tipo de publicidad. Qué curioso que Marga tenga publicitar lencería. Cada noche tengo encima a miles de salidos. Es la mujer relegada a lo sexual, la mujer como mamá o como puta. Lo lucha con furia, pero no consigue demasiado.

–¿Y qué escuchaba usted?

–No escuchaba la radio y ahora la estoy descubriendo por podcasts de estudios de todo tipo. A mí me encantaba de pequeña los cuentos en cassette. Tengo mucha capacidad de retención auditiva y aprendo más de oído. Lo descubrí tarde.

–¿Cómo preparó la tensión sexual no resuelta, con Miki Esparbé-Jota Montes, una relación sentimental tan compleja?

–A mí me gusta mucho que se líe la ambición con la atracción. Es un enganche raro, de admiración mutua en lo laboral. Se atraen, pero se maltratan. La historia de amor está en off y vemos los restos. Se admiran, se respetan pero se pelean porque tienen una competición entre ellos. Es una forma de amar.

–¿Ycómo vivió la escena de la traición con El Cóndor, el personaje de Javier Gutiérrez?

–Volvía a coincidir con Javier al cabo de los días y no recordaba lo fuerte que era su personaje, de cine negro, en el despacho del superjefe. Marga debe aparentar que no le tiene miedo. Me encantó poner a prueba el personaje, que aparenta fuerza pero se le ve la fragilidad.

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