TV-Comunicación

Mercedes Milá: "Esta temporada es un alarde de periodismo y emoción"

  • La periodista y sus cuatro amigas del colegio comparten viaje a Roma en 'Curso del 68', un relato nostálgico, salpicado por el coronavirus

Mercedes Milá y sus compañeras de 'Curso del 68' para 'Scott y Milá'

Mercedes Milá y sus compañeras de 'Curso del 68' para 'Scott y Milá' / Movistar+

Medio siglo después de finalizar su último curso en el colegio Sagrado Corazón, Mercedes Milá redescubre a sus cuatro amigas de la infancia. Un reencuentro nostálgico en Roma, esa ciudad a la que no pudieron viajar en su adolescencia, en el que la periodista y presentadora reflexiona sobre el paso de la vida y los sueños rotos. Pero los cuatro episodios de Curso del 68, título de la segunda entrega de Scott y Milá, que llega hoy a #0 de Movistar+, demuestra no solo que sus trayectos vitales no fueron lo que habían soñado, sino hasta qué punto la propia vida trastoca cualquier plan, incluido esta aventura. La propagación del coronavirus en Italia dio al traste con el plan inicial y protagonistas y equipo tuvieron que metamorfearse para regresar a España por carretera, una situación inverosímil, que da como resultado un canto a la amistad y a la esperanza.

–¿Qué tiene de diferente esta nueva temporada?

–Es un programa que nos ha obligado a hacer un esfuerzo titánico para llegar a tiempo a la emisión. Scott y Milá no es un espacio informativo y en esta temporada, titulada Curso del 68, buscábamos con esta reunión nostálgica de amigas saber qué había sido de esas personas a las que hacía 50 años que no veía. Es bonito ver cómo partes de una idea y la vida, a golpe de coronavirus, te hace ir por otro lado. Como estábamos en Roma haciendo el programa, decidimos incorporar al rodaje la situación por el COVID-19. Creo que esta temporada es un alarde realmente importante de emoción y periodismo.

–¿Cómo fue ese viaje de vuelta huyendo del virus?

–De lo más normal porque las carreteras estaban vacías, por lo tanto no hubo problemas, solo algo de congestión de tráfico al entrar en Francia. Lo solventamos muy bien. Hicimos los kilómetros necesarios para llegar a la Costa Azul y alcanzar Niza, donde dormimos, grabamos unas cuantas escenas más y luego seguimos para Barcelona. Los titulares de algunos de los textos que mandaron en aquellos momentos eran tan exagerados, tan poco realistas con lo que estábamos viviendo, que yo me reía. En ningún momento hubo peligro, ni tensión como para decir que no podíamos salir.

Mercedes Milá y Scott, en la Plaza de España en Roma Mercedes Milá y Scott, en la Plaza de España en Roma

Mercedes Milá y Scott, en la Plaza de España en Roma / Movistar+

–¿Qué les enseñó la experiencia vivida?

–Esta leve tensión y preocupación nos unió y las cinco hicimos una gran piña con el equipo, cosa que no éramos antes del programa porque hacía muchos años que no nos veíamos. Sorprendiéndonos de cómo habían sido nuestras vidas. Las suyas me dejaron sin habla y para ellas, la mía no tanto porque me habían seguido en televisión. Algunas no vieron Gran Hermano, para su desgracia, y pensaban que iban a encontrar en mí a una persona que no encontraron. He seguido siendo la misma, aunque haya gente que por haber hecho el reality piense que me he convertido en idiota. Al contrario, GH me enseñó muchísimo y este formato, también.

"Es increíble que siendo educadas en lo mismo, la vida nos haya dado a cada una cosas tan diferentes"

–Dice que algunas de sus historias le sorprendieron. ¿Para bien?

–Algunas, sí, incluso en algún caso para muy bien, aunque para llegar a ese punto tuvo que pasar carros y carretas. Es una compañera, que por hacerte así un titular, sufrió el incendio de dos de sus casas, uno detrás de otro y lo perdió todo en dos ocasiones. Y otra, en cambio, ha tenido una vida brutalmente dura junto a un maltratador. Es increíble que siendo educadas en lo mismo, la vida nos haya dado a cada una cosas tan diferentes. Todo lo fui conociendo poco a poco en Roma, se abrieron y yo les expliqué lo que me había pasado. Además, el coronavirus se colaba continuamente y explicábamos lo que pasaba.

–¿Cómo se adaptó el equipo a ese giro?

–La gente que trabaja en televisión tiene una capacidad de conversión total. Los guionistas, el director, la productora..., todos trabajaron para buscar alternativas. Son personas acostumbradas a tener una cintura como un junco y eso es lo que hicieron. Para que el espectador comprendiera y entendiera esa realidad, incorporaron lo que estaba pasando sin dejar de hacer lo que teníamos previsto. Eso es lo que merece un reconocimiento desde el punto de vista técnico y creativo. Este programa es de concesión de premio y no lo digo por mí, sino por mis compañeros.

–Viajó a la ciudad donde se encuentra su hermano, Lorenzo, con su familia. ¿Qué le dijo él cuando le comentó la intención de rodar Scott y Milá en Italia?

–Me dijo lo que estaba pasando, que el problema en Roma era pequeño en comparación con el norte del país. Si no tenÌamos inconveniente en grabar las imágenes en la casa en la que estuviéramos o en la calle, él no veía inconveniente. De hecho, lo mismo que contaba en sus crónicas es lo que nos encontramos.

"Pero me angustia la situación que viven aquellos que conviven con su peor enemigo"

–¿Cree que saldremos e esta crisis siendo mejores como apuntan algunos?

–Me pides una adivinanza. La verdad es que no me atrevo a prever qué va a pasar. Poco podemos hacer intentando saber desde estas circunstancias qué pasará cuando salgamos a la calle. Lo que más preocupa en estos momentos es el puesto de trabajo, el sustento de las familias, las empresas que tienen que seguir adelante. Pero me angustia la situación que viven aquellos que conviven con su peor enemigo, las mujeres que viven con el maltratador o los padres que conviven con hijos violentos que les pegan.

–¿Cómo nos afectará en lo económico y social?

–Solo nos podremos poner manos a la obra sí Europa nos ayuda, si no es así, vamos a tener un futuro muy complicado. Si en la UE deciden que esto es como el final de una guerra mundial, entonces sí creeremos en Europa y tendremos los eurobonos necesarios para poder reconstruir nuestro país y que la gente empiece de nuevo. Tengo muchas esperanzas, aunque los holandeses y los alemanes no han respondido precisamente como para darles las gracias. Tengo la sensación, mejor dicho, la intuición voluntaria, de que eso cambie y entonces podamos salir adelante con ayuda. Es mi deseo.

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