El público español ha solido ser de crítica fácil con la televisión, como con los criterios del seleccionador de fútbol. A veces de manera injusta y en otras con toda la razón, como recordamos hoy. Estos fueron algunos de los formatos más desafortunados tanto en los 30 años de monopolio de TVE, por entonces la mejor televisión de España, como después en competencia con autonómicas y privadas. Crítica y audiencia (aunque hasta 1992 había paneles de aceptación y no audímetros) coincidieron en que estos espacios eran muy malos.

No es no...

¿QUIÉN TIENE LA PALABRA? (1964) Uno de los primeros concursos con preguntas y caras serias que se producía en Miramar, siglos antes de Jordi Hurtado. El presentador era Juan Manuel Soriano, en un aula escolar. Un disgusto de concurso.

EL OCTAVO DÍA (1972) Las charlas religiosas (hasta 1985 sólo católicas), homilías televisadas, se prodigaron ante la indiferencia general del público. El obispo Guerra Campos, baluarte carca en la Iglesia del tardofranquismo, precedía al primer Un, dos, tres. Entre 1961 y 1965 el padre Urteaga, del Opus Dei, ofreció una catequesis infantil semanal: Sólo para menores de 16 años era su nombre.

UNA MUJER DE SU CASA (1972) Tras el Telediario de las tres, los sábados, se emitió esta serie escrita por Noel Clarasó donde Elvira Quintillá encarnaba al "ama de casa ideal". Ahora causaría arrebatos de indignación, pero es que ya enfadó en el tardofranquismo por anacrónica y reaccionaria.

A SIMPLE VISTA (1975) El actor almeriense Leo Anchóriz, profeta de Carlos Sobera, condujo este plúmbeo concurso cultural, a través de los naipes, que pasó de largo mientras Franco agonizaba.

LA FAMILIA APPLE (1978) Nada que ver con Steve Jobs. Ejemplo de esas series costumbristas estadounidenses, de mensajes rancios, que se exportaban con complacencia. El modelo de clase media de 1974 de esta familia, más repipi que los Ingalls de La casa de la pradera y Los Walton, llegó con retraso, y posterior olvido, a la sobremesa dominical.

EL EXTRAÑO SEÑOR DUVALLIER (1981) También había series europeas que se compraban sin saber por qué. Louis Velle era un detective que se disfrazaba a lo Mortadelo para desenmascarar a los criminales. TVE coprodujo un episodio donde Huelva se convertía en el paisaje de una república bananera.

FÚTBOL EN ACCIÓN. 1981-82 La serie de Naranjito puede calificarse como la peor serie animada de la historia de TVE. Claudio Biern, que preparaba Dartacán, desbarró en el encargo de la oficina de un Mundial que ya se preveía llamado al fracaso. Tal vez sólo puede haber otra serie peor, Los Fruitis, de Antoni D'Ocón, con aquella piña andaluza, Gazpacho, con voz de Jordi Estadella.

LA CELESTINA 1983 Juan Gerrero Zamora, el primer realizador de un dramático en TVE, en 1959, dirigió con poca fortuna esta adaptación del clásico literario, con un coste de 181 millones de pesetas por tres capítulos, en un rodaje que se hizo eterno y lleno de problemas. Nuria Torray, esposa del realizador, no daba la talla de la adolescente Melibea. El resultado fue sencillamente horrible.

ESTUDIO DIRECTO. 1984 Se pensó como plataforma la quiniela hípica y protagonizó momentos como la emisión ilegal de un Hércules-Barcelona para adelantarse en la noticia a TV3. Este contenedor dominical lo presentaban Adelina Castillejo y Rafael Turia, el de La Semana. El presentador y gran voz del doblaje condujo en 1995 un fugaz programa de evocaciones que se llamó, precisamente, Cuéntame cómo pasó.

LA ORQUESTA. 1984 Luis Arribas pretendía dar el tono de late-show a un magacín humano en la noche de los jueves que naufragó por falta de ritmo, ausencia de objetivos e inanición de interés.

VERANO 8.30 P.M. 1985-86 Casilda Aguirre, que nadie recordará, fue la lánguida primera presentadora de este lacio antecesor de España directo. La concepción del magacín en la televisión pública aún estaba por modernizarse.

CALIENTE. 1992 El nombre ya lo dice todo. Fue la respuesta de TVE al estilo de T-5. Lo presentaban Ana Obregón, Fofito y Rody. Una alineación de planetas digna para fustigar un verano bochornoso.

EL SEXÓLOGO , 1994 'Esto', una sitcom cañí de Antonio y Mariano Ozores, duró sólo dos semanas en antena. Antena 3 la compró por 400 millones de pesetas y la rehizo como La noche de Ozores, con resultado aún más penoso.

LA NOCHE DE LOS CASTILLOS. 1995-96 Uno de los grandes despilfarros de TVE en su etapa de hundimiento general. Ficharon a Anthony Quinn como personaje de ficción para este concurso de acción presentado por Luis Fernando Alvés, creado por el equipo de El Gran Juego de la Oca. Sólo hay un despropósito peor en materia de concursos en la TV en España, Scavengers, con Bertín Osborne, en Antena 3.

EL BOTONES SACARINO , 2000 Aún no estaba curtido el músculo de hacer series cuando José Antonio Escrivá se atrevió a mancillar los personajes de Ibáñez. Jorge Roelas, que venía de Médico de familia, era el protagonista, y Alaska, sin Mario, hacía de Dorita.

RUFFUS Y NAVARRO, 2006 Pepe Navarro perpetró un despropósito de late-show. Ya llegaba a La 1 con un plantel de fracasos consecutivos desde que cerró el Mississippi. La antipatía del cordobés hacía todo muy insalvable.

CON DOS TACONES, 2006 Comedia que reunía a varias generaciones de intérpretes, con poca chispa, en un piso compartido. Por ahí andaban Rosario Pardo, Lorena Berdún o Raquel Meroño.

STAMOS OKUPA2, 2012 Serie de producción propia: malos guiones (unos ancianos ocupan un piso tras escapar de un asilo) y peores interpretacionesn, pese a Carmen Maura o Anabel Alonso.

ENTRE TODOS, 2013-14 Uno de los espacios que más críticas negativas ha despertado en toda la historia de TVE. Toñi Moreno trasladaba desde Canal Sur su formato de telemendicidad. La dirección fue generosa con su permanencia en la parrilla.

EL PUEBLO MÁS DIVERTIDO, 2014 Grand Prix envejeció a ritmo de trote de vaquilla. La matinal Mariló Montero y Millán Salcedo estaban en el centro de esta competición chistosa de pueblos.

LA ALFOMBRA ROJA PALACE, 2015 Ya José Luis Moreno creaba galas anticuadas a finales de siglo (Noche de fiesta) pero estas Galas del sábado en calzoncillos ya eran un fósil apestoso cuando aparecieron ante el público actual.

Sí pero no...

ANTOLOGÍA DE LA ZARZUELA, 1979 Uno de esos formatos que el aprecio del público no debería ahora esconder su cutrez. Fernando García de la Vega triunfó en los 60 con Escala en Hi-Fi aprovechando el invento de Fernando Pérez Puig, el play-back. Lo de colocar a actores de Estudio 1 (Joaquín Kremel, María Kosty) y a Norma Duval, con mohínes de soprano, moviendo la boca, era absolutamente patético.

LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN 1986, El éxito matinal de los culebrones no debe ocultar que eran un esperpento de realización y diálogos. Mariana fue la primera compañera de las tostadas y la venezolana Cristal, en 1990, abrió la franja de sobremesa.

ANA Y LOS SIETE 2002-05. Lo de la stripper Ana Obregón y sus niños, con Javivi y Silvia Marsó, era un exediente X. El público familiar tenía las papilas gustativas atrofiadas para dar tanto vuelo a esta Mary Poppins recauchutada. Ana hizo una serie aún peor, Ellas y el sexo débil, para Antena 3.

LA ESPAÑA DE LOS BOTEJARA, 1978 Fue masacrado en su momento pero en un visionado posterior un formato como éste de Alfredo Amestoy puede calificarse de acertada avanzadilla de la televisión de hoy. A diario, durante dos semanas, se emitió este reality, impagable retrato de la transición, sobre una familia de origen cacereño que se repartió por todo el mapa.

DING DONG 1979 La gastronomía, ausente de la pantalla entonces, era la excusa para este remedo de Un, dos, tres (con Mayra de meritoria nocturna). Espectadores telefónicos con alma de censores no perdonaban a José Antonio Plaza que contara con Pajares.

DESTINO PLUTÓN 1980 Un concurso Star Wars para la generación EGB a modo de viaje sideral, con una segunda parte, en Plutón, digna de Kubrick, con escenas surgidas de El Ministerio del Tiempo. Miquel Fortuny se pasó de psicodelia con este Doctor Who spanish.

TERTULIA CON... 1981 Fernando Fernán Gómez escenificaba que recibía a unos amigos en su casa y dejaba fluir la conversación sin guionizar nada. Un whisky-show interesante y heterodoxo.

MÁS ESTRELLAS QUE EN EL CIELO 1988-89 El gran Terenci Moix se deslumbraba a sí mismo con esta galería de grandes nombres de Hollywood (Kirk Douglas, Lauren Bacall) que le visitó. Este late-show de charla detenida no fue valorado en su momento.