La nueva temporada de La que se avecina arrancó con la boda de los cuquis. En el Bajo A de Mirador de Montepinar vuelve a vivir una familia, aunque un tanto peculiar. Ahora, ambos luchan para que el banco no les quite el piso, mientras siguen con su relación de ni contigo ni sin ti. Ella, Maite Figueroa (Eva Isanta), sigue buscando al hombre que le haga superar su constante depresión y le compre bolsos de lujo mientras que él, Amador Rivas (Pablo Chiapella) tiene tres meta en la vida: 'pinchar', tener un descapotable y estar con los 'leones' en el bar. Se les podría preguntar muchas cosas, pero resulta más interesante, a la sazón de que llevan juntos seis temporadas, que se entrevisten entre ellos. Los Cuquis hoy tienen la palabra.

-Eva Isanta: Pablo, quiero que vuelva mi marido. ¡Lo has convertido en un degenerado!

-Pablo Chiapella: Vamos a ver, la que se acostó con el Doctor Ventura fue Maite, tu personaje. La Cuqui es la culpable de que Amador dejara de ser un hombre estirado para convertirse en un gañán que no sabe hacer nada. Y lo siento mucho, pero a la audiencia le gusta más el Capitán Salami que el empleado de la sucursal bancaria. De padre de familia a hombre de las cavernas, y yo encantado. La verdad es que nunca imaginé que iba a dar tanto de sí. El primer Cuqui cumplía su función pero, siendo sinceros, no era desternillante. El de ahora sí.

-P.C: ¿Y tú, Eva? Después de casarte con el pobre Amador otra vez, vuelves a enamorarte del culpable de su separación, el tal Sergio.

-E.I: Maite es una romántica empedernida y basa mucho su felicidad en su situación emocional. Ella siempre está buscando el amor ideal, a su príncipe azul, y Amador no lo es, por mucho que quieras, Pablito. Sergio va a abrir una ventanita de luz en su vida.

-P.C: Todo el mundo critica mucho a Amador pero esta temporada el que va a luchar para evitar el desahucio de su familia es él, mientras que tu Maite, Eva, sigue en su mundo de color....

-E.I: No, es así. Es cierto que Maite siempre vive en un mundo fantástico alrededor de la realidad y en esta temporada será la locura de Amador, pero es una mujer muy luchadora, que siempre se preocupa de sus hijos. Una madre coraje con los pies en la tierra, sobre todo cuando el vividor follador elude sus responsabilidades familiares. Por lo menos, no le roba a un niño un cromo de Iniesta o quiere ser Espartaco, por favor.

-E.I: ¿Qué dice a eso Chiapella? No defiendas tanto a tu personaje que se casó otra vez con la Cuqui por quedarse con el mini descapotable.

-P.C: A ver, a ver... Amador se ha vuelto a casar pero seguirá gañaneando. Lucharé hasta el fin para que no vuelva a ser el tipo estirado del principio. El 'merengue merengue' seguirá siendo su obsesión, pero nadie puede negar que esté trabajando duro para que su familia no duerma debajo de un puente. Está sacando sus armas de padre de familia y se está metiendo en unos 'fregaos' dignos de admirar.

-E.I: Sí, él con decir 'Ay mai' ya lo tiene todo hecho. Ahora que lo pienso, cuántas frases famosas tienes...

-P.C: Eva ya sabes que en nuestra serie nos permiten meter pocas cosas y el trabajo duro lo hacen los guionistas, que son buenísimos, pero aún así he conseguido colar muchas cosas de mi cosecha. Por ejemplo, el 'ay mai' que dices se me ocurrió durante una secuencia y ya se ha mantenido. El 'Espartaco' inicial no llevaba el golpe de cinturón en el suelo, eso también es 'made in caballero', y la mayoría de las canciones de Amador me las invento yo. En el guión pone claramente: "canta Amador". Ahí, me toca a mí echar a volar la imaginación.

-P.C: Eva, ¿te gustaría que protagonizáramos un spin-off? Una secuela de los cuquis... Si en el fondo me tienes cariño y todo. ¿A que sí?

-E.I: De ser así finalmente creo que todos los personajes de La que se avecina tienen un spin-off, pero claro que me gustaría estar en nuevas situaciones con los cuquis. Pablo, eres un encanto como persona y como compañero. Sólo llevo mal una cosa de trabajar contigo y es que tenemos que repetir muchas veces las escenas porque no puedo parar de reír. De verdad, no puedo evitarlo.

-E.I: ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser Amador Rivas? ¿No te da un poco de miedo el encasillamiento?

-P.C: Soy sensato y sé que la gente me ve y se imagina a un hombre en tanga, al del salami, pero por ahora me da más alegrías que penas. Me parto de la risa leyendo el guión y lo único que llevo mal es que la gente me grite "gañán" por la calle. Me va a costar décadas quitarme el salami de encima pero confío en mi trabajo. Soy actor y, en la vida real, no voy ofreciendo 'pinchitos' por ahí.