Visto y Oído

Antonio Sempere

Por fin en HD

Sí, oor fin llegó la Alta Definición a Versión española, Historia de nuestro cine, La aventura del saber y Millennium. Nada menos que con catorce meses de retraso desde que la cadena pública que los acoge, La 2, comenzó las emisiones en HD. Pero más vale tarde que nunca. El dato no es baladí. Después de 20 años y medio viendo los coloquios de Versión española en Baja Definición, más de 900 presentaciones de películas en Historia de nuestro cine en Baja Definición, 27 temporadas de La aventura del saber en Baja Definición y 5 temporadas y media de tertulias con Ramón Colom en Baja Definición, comprenderán que quien suscribe celebre por todo lo alto la llegada de la máxima calidad de imagen a estos que son cuatro de mis programas de referencia, todos ellos sinónimos de televisión de la excelencia.

Que pase tan inadvertido el paso a HD de todos ellos demuestra a las claras la poca exigencia del espectador de a pie a la hora de consumir productos audiovisuales. Es ciertamente chocante que en plena era tecnológica, mientras los hogares se nutren de dispositivos a la última, a la hora de la verdad (y no quiero generalizar) a mucha gente le dé lo mismo ver una película o un programa de aquella manera. Qué indefinidas, por no decir sucias, se vieron películas ochenteras y noventeras como Ander eta Yul, En nombre del padre o las de Miguel Albaladejo en el programa presentado por Elena S. Sánchez. Pero la gente las ve (o las deja de ver) igual, sin importarles en absoluto la definición y calidad de emisión.

Desde esta semana los coloquios con Cayetana Guillén Cuervo y Ramón Colom, o las entrevistas matinales de Salvador Valdés en el magacín divulgativo, han suplido su ligera mancha borrosa por una definición sin mácula.

Quien tenga ojos, que vea y disfrute. Y a quien no sea capaz de apreciar la diferencia entre SD y HD, que Dios le conserve la vista.

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