TV-Comunicación

"El cuerpo me pedía cambiar de registro ya"

  • El actor se ha cansado de ir de bueno en la pantalla y ahora hace de chico malo en la serie que hoy recupera Antena 3

Comenzó su carrera como actor hace cinco años haciendo de primo de Zumosol en un anuncio. Un papel que, salta a la vista, le viene como anillo al dedo por su impresionante físico. Pero Álex Barahona es mucho más que un cuerpo escultural y una cara guapa. A sus 26 años acaba de conseguir que amplíen la presencia de Berto, su papel en Física o Química, un personaje que en principio iba a aparecer sólo unos pocos capítulos. La serie de Antena 3 estrena esta noche el capítulo de presentación de una tercera temporada cuyo arranque definitivo será el próximo lunes y en la que Berto se convertirá en uno de los protagonistas. No es extraño. El actor que lo interpreta, a pesar de su juventud, tiene la cabeza muy bien amueblada y sabe lo que quiere. "Hacerse un hueco en el mundo de la interpretación es como una carrera de fondo", dice, "Es un trabajo que requiere formación continua y madurez, lo que se consigue poco a poco. No es bueno llegar y pegar".

-Por fin un papel protagonista en una serie de televisión, ¿no? ¿Cómo evolucionará Berto en esta tercera temporada?

-Sí, me hace mucha ilusión este trabajo. Cuando me dieron el personaje de Berto al final de la temporada anterior para sólo un par de capítulos, me quedé con ganas de más. Es un tipo de papel que nunca había hecho antes: un macarra con un pasado conflictivo. Pero tiene sus matices porque con su hermana Yoli está a muerte. Y tiene ganas de dejar atrás su pasado. Ahora sale de la cárcel y empieza a trabajar en la cafetería del instituto. Entonces conocerá a Blanca y... se enamorará. Por eso en esta temporada se me planteaba un conflicto: ¿cómo una persona así se puede enamorar sin dejar de ser quien es?

-¿Y cómo ha hecho para resolverlo ante las cámaras?

-Pues gracias al equipo, que me ha ayudado a comprender esos matices. Detrás de esta serie hay un plantel de actores enorme y unas tramas muy bien escritas. He aprendido a crear un Berto que se sigue metiendo en líos pero también tiene su corazoncito.

-¿Cree que su juventud es lo que ha hecho que no le dieran un papel protagonista hasta ahora?

-Puede ser. Pero quizás no es tanto por la juventud como por el físico. Hasta ahora en Los Serrano y Aída siempre hacía de chico bueno. También aparecí en algunos capítulos de Sin tetas... Pero, gracias a Dios, no puedo quejarme del trabajo. Ahora tengo una oportunidad para demostrar más cosas, un reto. El cuerpo me pedía cambiar de registro ya.

-Tendrá que compaginar las grabaciones de la serie con el teatro. ¿Le ha llegado el reconocimiento de la mano de El enfermo imaginario, con Quique San Francisco?

-Bueno, el año pasado fue mi debut en el teatro con Yepeto, pero aún es pronto. La televisión es el día a día y el teatro, la satisfacción y la adrenalina del directo. Pero ahora es cuando de verdad estoy disfrutando del teatro. Aunque me sigo poniendo atacao cuando tengo que salir, no crea. En la serie es distinto. Ahora ya conozco a toda la gente y es como decir: "bueno, vamos a trabajar pero también puedo ver y charlar con fulanito y menganita".

-Su asignatura pendiente es el cine, por tanto.

-No tengo prisa. Tengo muy claro que no voy a coger cualquier proyecto de película por hacer cine y ya está. Prefiero esperar a una buena propuesta.

-Tampoco le falta trabajo con la reciente moda de las tv-movies. Una bala para el Rey, Coslada 0 (que pronto se estrenará)...

-Menos mal que está la moda de las tv-movie (risas), es verdad. A esta profesión hay que amoldarse, eso desde luego. Y trabajar mucho. Por eso no me importa, como me preguntaba antes, compaginar varios trabajos a la vez. Te fatigas, sobre todo psicológicamente, eso es cierto. Pero llega un momento que la presión baja y te dedicas a disfrutar de lo que haces. Esto es lo que me está pasando a mi en este momento.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios