Nada de países multicolores y población multiétnica. Maya es una abeja valiente de una industriosa y cohesionada colmena, al más puro estilo prusiano, para cuya población las avispas son seres inferiores. Hubo que replantear el libro de cabecera para millones de soldados alemanes cuando en 1975 la productora japonesa Nippon Animation abordó con la cadena alemana ZDF y la austríaca ORF una versión adaptada a los nuevos tiempos del universo campestre ideado por Waldermar Bonsels hace cien años. La abeja Maya, un personaje optimista pero de firmes convicciones, dio ánimos a los soldados germanos en las dos guerras mundiales y con la paz ya consolidada abrió las puertas televisivas a los países agresores de aquellos conflictos del siglo XX. Japón se acercó a Europa con Heidi y Marco y terminó de apuntalar la vertiente anime más infantil, tras Vickie el vikingo, con la abeja de ricitos y sus amigos el zángano del tupé y el saltamontes tecnócrata, que se desprendieron de cualquier tufo de colmena totalitaria ampliando los horizontes de la protagonista. Una criatura ecologista y bondadosa, sin más interpretaciones.

Con una figura más esbelta, La abeja Maya regresa con su aspecto adaptado al siglo XXI en las tardes de Clan TVE. Hoy se estrena el primer episodio y a partir de las 17.15, de lunes a viernes, se ofrecerá un nuevo capítulo de esta versión en animación de 3D de Maya, Willi y Flip. Más de 120 países van a recuperar esta historia que han promovido las cadenas públicas de Alemania, Francia y, como socias, las de Grecia, Portugal, Italia y España. La abeja también nos une, además de la crisis. Son 78 capítulos de 13 mintuos producidos por Studio 100 y Planeta Junior que ya han sido emitidos en nuestro país a través de la cadena de pago Nickelodeon. Unas historias herederas de las de los años 70 que en principio contó con 52 episodios, entregas que TVE estrenó en su momento con cierta precipitación. Prado del Rey incorporó, con calzador, en las tardes de los domingos las vivencias multicolores ya que fue la serie fue adquirida en convenio con una editorial. El merchandising comenzaba a asomarse con fuerza y este panal de miel se presentía goloso. Así fue.

Maya, nacida bajo el sol y concebida por un escritor de temática religiosa que fue admirado por los dirigentes del III Reich, tuvo su primera película en los años 20, 'interpretada' por insectos reales, a modo de documental, y fue esbozada como película de animación, mirando de reojo a Walt Disney, en un campo de concentración donde estaban recluidos talentos judíos del pincel bajo la órdenes del ministro nazi de Propaganda, Joseph Goebbels. La abeja, muy alejada de aquellos tiempos de guerra, se actualiza en la TDT.